Raül Refree

Hasta la raíz

9 Diciembre 2019 Por Rafa Cervera
refree productor musical
El músico y productor Raül Refree. © César Segarra

En los últimos años Raül Refree se ha convertido en uno de los productores más importantes e internacionales del panorama musical español. Su nombre está asociado al nuevo flamenco que han cultivado Silvia Pérez Cruz, Rocío Márquez o Rosalía, pero también va unido a discos de Mala Rodríguez, Albert Pla, Josele Santiago, Kiko Veneno y ahora, también al esperado nuevo álbum de Rodrigo Cuevas.

Raül Fernández Miró (Barcelona, 1976) supo desde pequeño que quería hacer música. No porque tocara el piano que había en la casa familiar, simplemente se trataba de una cuestión epidérmica, expresión que el músico sigue usando para intentar explicar su trabajo. Cumplió su sueño grabando un disco a mediados de los noventa con el grupo de hardcore Corn Flakes, pero no se conformó con eso. La palabra evolución ha sido clave en su carrera y hoy, su nombre artístico, Raül Refree, es garantía de creatividad, calidad y riesgo. Como Refree ha grabado nueve álbumes en solitario, donde combina el folk, el rock y la experimentación.

¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con Rodrigo Cuevas en Manual de cortejo?

Ha sido una gozada, lo he pasado muy bien. Producirle era una apuesta personal, me gusta mucho lo que hace y su carácter. Me atraía también mucho la idea que tenía de recuperar cantos tradicionales del norte de la península y llevarlos a un terreno más contemporáneo.

El disco es de Rodrigo pero lo firmáis los dos. ¿Ha sido más una colaboración que una producción?

Rodrigo sentía que el disco lo estábamos haciendo los dos. Nos fuimos en coche a Asturias para enseñarme los cantes de señoras de aldeas asturianas, aprendiendo con ellas. Las grabamos, las documentamos y aprendimos canciones que queríamos tener en el disco. Me ha enseñado música que no conocía.

No es habitual que el productor acabe convirtiéndose en una especie de colaborador.

Es algo que me está ocurriendo últimamente. Me fui a Nueva York a trabajar en el nuevo disco de Lee Ranaldo, Names Of End North Women [a la venta en febrero] y hubo un momento en el que me dijo: “Oye un momento, Raül, esto es un disco a dúo, estás componiendo, es de los dos”. Creo que esto se debe a que yo entiendo la figura del productor como alguien que acompaña al artista desde el principio, desde que se empieza a trabajar con los temas cuando están en estado embrionario. Me gusta pensar en el sonido, en los arreglos, hacer las mezclas. Me involucro mucho, es mi manera de trabajar.

Las músicas tradicionales vuelven a cruzarse en tu camino. Antes fue el flamenco, ahora, con Cuevas, el folclore asturiano.

Me siento afortunado porque siempre viene a buscarme gente interesante con la que puedo trabajar, pero de la que también puedo aprender. A lo largo de los años me he dado cuenta a que la música de raíces me interesa mucho. Encuentro una emoción muy fuerte al hacer una relectura de lo tradicional. El hecho de que estas músicas hayan pasado de generación en generación hace que tengan una intensidad muy fuerte, y trabajar con un material tan potente que te permite vestirlo de múltiples maneras. En este momento de globalización total en el que la información viaja a una velocidad tremenda, lo local adquiere mucha fuerza y puede resultar más contemporáneo que otras músicas actuales que escucho y que se entienden como vanguardistas.

“Me interesa mucho la música de raíces. Encuentro una emoción muy fuerte al hacer una relectura de lo tradicional”

Tú trabajaste con Rosalía en su primer álbum, Los Ángeles. ¿Podríamos ver ella un ejemplo de lo que dices?

Rosalía demuestra perfectamente que las raíces locales pueden tener un alcance universal en manos de alguien con talento y, a la vez, con una mirada muy de su generación. Rosalía no quiere ser otra cosa que lo que es ella. Ha gestionado muy bien estos elementos que son los que la conforman. Cuando la critican porque hace reguetón yo digo que ella también es eso, una cosa y la otra, no está engañando a nadie. Para un americano escuchar flamenco tal y como lo enfoca Rosalía es mucho más interesante que escuchar un tema de rock o pop convencional que muchas veces suena siempre igual a otros.

¿Crees entonces que lo que está haciendo mantiene una coherencia respecto al disco que grabasteis juntos?

Yo creo que lo que está haciendo ahora Rosalía ya lo tenía claro desde antes de que empezara a trabajar con ella. Nos conocimos, empezamos a tocar, nos gustó lo que salía y quisimos hacer un disco juntos que ahora creo que, más que una progresión en su trayectoria, fue un paréntesis en lo que tenía que ser.

En tu faceta como solista tienes discos experimentales, como La otra mitad o Nova creu alta, difíciles de clasificar en un solo género.

A lo largo de estos últimos años he trabajado en discos relacionados con el flamenco que no gustaron mucho a los puristas, como fueron los de Rosalía, Rocío Márquez o Niño de Elche. Cuando tengo oportunidad de hablarlo, a los puristas les argumento que, para que un género sobreviva al paso del tiempo, debe de tener ambas cosas: a quienes se preocupan de preservarlo y a otra gente que tense la cuerda y haga que sobreviva la parte más experimental del estilo. Las fronteras musicales son absurdas. Cuando escuchas la música que sube desde el sur y acaba en Francia existe un degradado y no un salto; la música occitana tiene mucha relación con la del norte de España. Y en mi vida creativa lo planteo así, no hay una línea divisoria más allá de lo que me gusta o no. Para mí, hacer música es algo muy epidérmico.

¿Qué puristas son más feroces, los del rock o los del flamenco?

A los del flamenco los empecé a escuchar cuando produje el primer disco de Rocío Márquez. Ella me decía: “Uf, me van a meter una caña…”. Y yo pensaba que era una exagerada y luego me di cuenta de que no. Le dijeron cosas muy fuertes y muy raras. Y esto se ha repetido con el disco Antología flamenca de Niño de Elche o con Los Ángeles de Rosalía, que hubo un sector al que no le gustó porque le parecía que no era flamenco. Vi comentarios muy desagradables. Ahora he hecho un disco de fado, y supongo que también está ese riesgo. Esto va a pasar siempre.

“Para un americano el flamenco tal y como lo enfoca Rosalía es mucho más interesante que escuchar rock o pop convencional”

¿Haces discos de encargo?

Me costó tanto dedicarme a la música que he llegado a un acuerdo conmigo mismo para intentar hacer solamente cosas que me gusten.

¿Qué tipo de talento te seduce a la hora de trabajar con alguien?

Esa es una pregunta que me formulo muchas veces. Me impresiona cuando los artistas tienen una personalidad fuerte. Me gusta conocer al artista, hablar con él, verlos tocar para sentir si va a funcionar o no.

¿Cómo definirías tu propio talento?

Siempre me han movido mucho las ganas de aprender, es algo que he tenido desde siempre. He sido valiente, nunca me ha importado arriesgarme, y eso ha provocado que aprendiera más. Así que mi talento viene de esa valentía, de las ganas de aprender y también de un criterio estético que me viene de pequeño, una manera de entender las cosas que prevalece sobre cualquier otro aspecto.