Mariela Scafati

La exploradora de la pintura

6 Marzo 2025 Por Roberto C. Rascón
Mariela Scafati
La artista argentina Mariela Scafati participa en la sección ‘Perfiles | Arte Latinoamericano’ en ARCOmadrid 2025. © Ángela Suárez - Cortesía de la artista y de Travesía Cuatro

Cuando Mariela Scafati aborda una obra, la exploración se convierte en el motor de su proceso creativo. Y el primer paso es hacerse preguntas para llevar la pintura a los límites y sacarla de su zona de confort, algo que también busca conseguir con el público. La artista argentina presenta en ARCOmadrid 2025 una de sus piezas más emblemáticas, ‘Windows’, dentro de la sección ‘Perfiles | Arte latinoamericano’.

Mis obras parten de las ideas y preguntas que genera la pintura”, afirma Mariela Scafati (Bahía Blanca, Argentina, 1973). De esta manera, la artista comienza un proceso de exploración y manipulación que transforma sus obras “en algo más que pinturas colgadas en una pared”. Convertida en una de las artistas latinoamericanas más internacionales, su obra está presente en las colecciones de museos tan prestigiosos como la Nueva Galería Nacional de Berlín, el Museo Guggenheim de Nueva York, el Museo Tamayo de Arte Contemporáneo de Ciudad de México o el Museo de Arte Moderno de Varsovia, entre otros. También en Madrid —concretamente en el Museo Reina Sofía—, ciudad a la que ahora regresa para participar en ARCOmadrid 2025, feria de arte patrocinada por Iberia, con una de sus obras más emblemáticas, Windows, dentro de la sección Perfiles | Arte latinoamericano. No es su única cita en España, ya que actualmente realiza una residencia en Collegium, un centro de arte contemporáneo situado en Arévalo (Ávila), desde donde nos atiende.

En las biografías se refieren a ti como “pintora y serigrafista queer”, pero tu obra parece trascender esos campos. ¿Cómo te definirías tú?
Como pintora, añadiría docente, y serigrafista queer. Esto último es porque integro un colectivo llamado Serigrafistas Queer y forma parte de mi ser artístico. El compromiso es algo que todos los artistas tenemos. Alguna vez me he definido como escurridiza y lo escurridizo tiene que ver con que sí, soy pintora, pero también hago cosas que se desvían de ese campo. Yo exploro desde la pintura, con las herramientas que me otorga, pero en muchas ocasiones termino haciendo objetos o instalaciones.

Como artista, ¿hacia dónde mira Mariela Scafati? ¿Qué le inspira?
Me inspiran el arte y los artistas porque me ayudan a pensar qué tipo de vida deseo. Y me refiero más a un estilo de vida en común, en sentido amplio. De alguna manera el artista está todo el tiempo pensando en distintos modos de vida y las obras son ensayos, como pequeños laboratorios que sirven para practicar, para probar. El arte puede surgir de las maneras más extrañas, desde los lugares más impensados, y a mí me encanta explorar eso.

“El arte puede surgir de las maneras más extrañas, desde los lugares más impensados, y a mí me encanta explorar eso”

Tu obra cuestiona la pintura. ¿Hacerse preguntas es el mejor punto de partida a la hora de crear?
Sí, hacerme preguntas me ayuda a pensar de qué manera encarar las próximas pinturas y cómo llevarlas a los límites, a cómo sacar a la pintura de sí misma y del lugar donde se la espera. El público tiene una actitud predeterminada sobre cómo ver una pintura y me gusta jugar con eso. Durante mi proceso manipulo las pinturas como si de objetos se trataran y se transforman en algo más que una pintura colgada en una pared.

Te mueves por museos, galerías o ferias de arte, pero también en la calle. ¿En qué espacio te sientes más cómoda?
Aunque distingo esos espacios, no los vivo por separado. De hecho, todo el tiempo voy y vengo entre ellos. No me siento limitada en museos, galerías o ferias porque pienso que cada espacio tiene su potencia a la hora de comunicar y compartir con las personas. Son diferentes modos de mostrar el trabajo o el pensamiento de un artista. Sin duda en la calle se da de una manera distinta, con otro tipo de organización y otro tipo de materiales.

Has sido seleccionada para participar en la sección Perfiles | Arte latinoamericano de ARCOmadrid. ¿Qué vas a mostrar?
La obra principal se llama Windows. Son una serie de afiches [carteles] pintados a mano con frases tomadas de diálogos que mantuve en 2011 con un amigo que estaba en España y me iba contando lo que sucedía en las calles durante el 15-M. Comencé a editar esa conversación y fueron apareciendo pequeñas poesías relacionadas con cierta imaginación política que me inspiraron mucho. Es una obra emblemática mía porque cruza mi experiencia en las calles y mi interés por la organización entre personas, construyendo asambleas y generando nuevas ideas.

“El vínculo que tenemos entre España y Latinoamérica es real, y el intercambio es constante. Es importante que nuestro arte tenga su espacio en ARCOmadrid”

ARCOmadrid lleva años reforzando su vínculo con el arte latinoamericano. ¿Qué importancia tienen esos vasos comunicantes entre España y Latinoamérica?
Son muy importantes. El vínculo que tenemos es real y el intercambio es constante. Siempre que vengo a España me siento muy a gusto… Será que tenemos muchas cosas en común, ¿no? Es importante que nuestro arte tenga un espacio en ARCOmadrid. Me interesa la mirada de José Esparza [comisario de la sección] porque quiere mostrar lo que estamos realizando los artistas latinoamericanos alejándose de los estereotipos y los lugares comunes. Ahora estoy en Arévalo con Bárbara Sánchez-Kane [artista mexicana], a la que admiro muchísimo y que también va a participar. Estoy muy agradecida de formar parte de esa sección.

El talento es una de las razones que te han traído hasta ARCOmadrid, pero ¿qué significa para ti esa palabra?
Hace dos días estuve explicándole a mi hijo lo que era el talento y me salió bastante bien [risas]. Ahora está en la etapa de las preguntas difíciles. [En ese momento, se escucha de fondo un infantil “yo soy René” al que Mariela responde con un divertido “vos sos René, sí, ya lo sé”. Después retoma]. Ahora no me va a salir la respuesta genial que le di a mi hijo, pero sí te puedo decir cuando detecto que alguien es talentoso: cuando es capaz de enlazar mundos.

Tus obras son admiradas en ciudades de todo el mundo, ¿qué tiene tu arte para ser comprendido allá donde va?
No lo tengo muy claro... Aunque tengo una intuición y es que las preguntas sobre la pintura son universales. Ese sería un punto de partida. He encontrado personas con las que charlar sobre pintura en todos los países donde he estado. La pintura trasciende lo local. Para mí, también tiene que ver con que la pintura apela a las emociones, a los estados de ánimo. Y en mi caso te añadiría el color, porque establece una forma de comunicación inmediata.

Ahora mismo estás en plena residencia en Collegium. ¿En qué va a consistir tu trabajo allí?
Quiero explorar, pensar en otro tipo de relación entre el mueble y la pintura. Es algo que inicié en 2015 y luego no desarrollé. Justo hoy estuve recolectando algunos muebles chiquitos y tengo ganas de empezar a trabajar con ellos. Va en línea con la manipulación de la pintura, con la posibilidad de establecer nuevos diálogos y ver qué sucede. También usaré cuerdas de cáñamo que compraré en Callosa de Segura (Alicante), que es donde están los artesanos. Quiero aprovechar este viaje para utilizar materiales propios de España.