Tu Otra Bonita
Al margen de etiquetas
Tu Otra Bonita es una banda que, como ellos mismos reconocen, ha tenido que ‘sudar’ cada oyente. Nunca han tenido el eco mediático de otras formaciones, quizás porque, en un país acostumbrado a encasillarlo todo, ellos se han mantenido al margen de etiquetas. Tras el éxito de ‘Crema’, ya dan los últimos retoques a su próximo disco al tiempo que preparan una minigira por salas en noviembre.
Lo primero que hacen Héctor Lacosta y Félix Vigara es disculpar a su compañero de formación, Alberto Valecillo, por no poder sumarse a la entrevista. Una actitud humilde y cercana que, seguramente, sea una de las claves del éxito de Tu Otra Bonita. Y es que hablamos de una banda a la que nadie le ha regalado nada, cada uno de sus momentos crema, como ellos denominan a aquellos instantes irrepetibles que han vivido, han venido precedidos de trabajo. Tras actuar en el Festival MadBlue —un evento englobado en las celebraciones de la Hispanidad que contó con la colaboración de Iberia—, afrontarán una minigira, ya con casi todo vendido, para celebrar el décimo aniversario de su primer disco. Allí se reencontrarán con sus fans, tanto con los que estuvieron ahí desde el inicio como con los que se han ido incorporando por el camino. Unos fans dispuestos a dejarse sorprender por un grupo que siempre se ha mantenido al margen de etiquetas.
Vuestra música suele recibir calificativos como “camaleónica”, “versátil”, “inclasificable”… ¿De alguna forma esa libertad creativa se ha convertido en vuestra seña de identidad?
Héctor: Sí, no haber tenido etiquetas nos ha permitido ser libres y la gente ha entendido que podemos hacer lo que queramos. Desde el inicio apostamos por no casarnos con un estilo, pero también tenemos que reconocer que salió de forma natural, no fue premeditado. Incluso en una misma canción podemos saltar entre diferentes estilos y estamos contentos de que sea así. Musicalmente es enriquecedor.
Félix: A nosotros nos gusta todo tipo de música. Cada miembro del grupo tiene sus propios gustos y eso se refleja en nuestras canciones, no nos encasillamos y cogemos cosas de diversos estilos.
Los fans, en muchas ocasiones, toleran regular los cambios de estilo de sus bandas favoritas. ¿Son los vuestros una excepción?
Héctor: De alguna manera es como si los hubiéramos educado así. Un fan se puede acercar a decirnos que le gusta más tal o cual disco, pero no hemos perdido seguidores por haber ido variando nuestro estilo. Siempre hemos buscado una sonoridad característica y creo que la hemos encontrado, cuando pones una canción nuestra sabes que es Tu Otra Bonita.
“El mundo de la música es realmente duro, la gente cree que esto es subir a un escenario, tocar hora y media e irte a tu casa, pero no es así” — Héctor Lacosta
Estáis dando los últimos retoques a vuestro próximo disco, un trabajo que llega después del éxito de Crema. ¿Os genera vértigo?
Héctor: Mucha gente nos pregunta si este disco va a ser mejor que Crema y lo que va a ser es distinto. Crema es un gran disco y estamos muy orgullosos de él, nos permitió dar un saltito más en nuestra carrera. Pero vértigo ninguno porque hace poco nos pasaron las canciones definitivas y, sin que suene vanidoso, es otro discazo. De hecho, bromeamos con que nos van a dar un Grammy… ¡O dos! [risas]. Estamos muy contentos porque hemos trabajado con grandes profesionales, como Emilio Mercader, que es el productor.
Félix: El disco suena espectacular y hay una gran producción detrás, algo que quizás no hayamos tenido en discos previos. Con esto no quiero decir que sea mejor o peor, pero estamos especialmente contentos con cómo está quedando.
En noviembre realizaréis una minigira para celebrar el décimo aniversario de vuestro primer disco: Solitario hombre escoba. ¿Cuál es la principal lección que habéis aprendido en este tiempo?
Héctor: Una de las principales es que hay que sudar cada oyente. Nos hemos basado siempre, y quizás eso haya sido un fallo, en creer que con tener buenas canciones era suficiente. Y no es así. Hay muchas cosas en torno a este negocio que te ayudan a posicionarte. El mundo de la música es realmente duro, la gente cree que esto es subir a un escenario, tocar hora y media e irte a tu casa, pero no es así; detrás hay muchas horas de composición, grabación, ensayos, reuniones, viajes… Y también hay que poner en valor la creatividad. La banda para nosotros es un trabajo y no siempre remunerado, pero quieres que el proyecto salga adelante y te partes los cuernos por él.
Las entradas para esos conciertos se agotaron en un pispás, hasta el punto de que la plataforma de venta colapsó. ¿Os imaginabais algo así hace una década?
Félix: ¡Qué va! Lo comentábamos hace poco, que podemos estar orgullosos de lo logrado. Quién nos iba a decir que íbamos a estar en tantos festivales, a colaborar con artistas a los que admiramos o a agotar entradas en Madrid en diez minutos. Es muy gratificante. Queríamos hacer los conciertos en las salas donde empezamos y va a ser muy especial, tanto para nosotros como para aquellos que llevan años escuchándonos.
Si tuvierais que quedaros con un momento crema de estos años, ¿cuál sería?
Héctor: Hay muchos, pero uno que nos marcó especialmente fue subirnos a un escenario con Juanito Makandé a tocar Alitas de mar. La canción la hicimos juntos y nos invitó a cantarla durante un concierto suyo en La Riviera antes de la pandemia. Sus seguidores se volcaron y fue espectacular. Luego la volvimos a tocar con él en Sevilla ante 15.000 personas y fue increíble, pero no fue como aquella primera vez.
Félix: Fue un momento crema y los tres lo recordamos de la misma manera. Juanito nos contaba que, durante los conciertos, mucha gente le pedía esa canción y fue increíble poder compartir con él ese momento.
Recientemente participasteis en el MadBlue Festival, un evento alineado con el desarrollo sostenible. ¿Creéis que la lucha contra el cambio climático es ineludible?
Héctor: Sí, y si alguien piensa lo contrario es que no vive en este planeta. Nos lo estamos cargando. Pero es que ni tendría que ser una lucha porque debería ser algo que ya tuviéramos interiorizado. Si nuestro concierto aportó un granito de arena, pues qué alegría. Cuando nos ofrecieron participar nos hizo especial ilusión, también por la oportunidad de actuar junto a compañeros a los que admiramos.
Habéis colaborado con multitud de artistas. ¿Esas conexiones os han hecho crecer?
Héctor: Por supuesto. Las colaboraciones nos han ayudado a darnos a conocer. Además, siempre que hemos propuesto a algún artista grabar una canción, hemos empastado muy bien con él. Nosotros no tenemos la atención mediática que tienen otros grupos y las colaboraciones nos permiten llegar a más gente. Nuestras canciones son las que hablan por nosotros y, ¿cómo podemos amplificarlas? Juntándonos con otros músicos a los que les guste lo que hacemos y viceversa.
Félix: Es muy importante que una colaboración salga de forma natural, que conozcas al artista y que a él le apetezca trabajar contigo. Es una experiencia muy enriquecedora porque aporta algo nuevo a tu música. La primera colaboración que hicimos, la de Alitas de mar con Juanito Makandé, fue como un talismán para nosotros. Uno de esos momentos que te regala la música y que te llevas para siempre.
“Creo que hace falta tener talento para alcanzar ciertas metas, pero obviamente el trabajo es imprescindible” — Félix Vigara
En vuestro largo camino hacia el éxito, ¿qué ha jugado un papel más importante: el talento o el trabajo?
Félix: Es una mezcla porque, al final, por mucho que trabajes tienes que tener algo diferente, y ese algo es el talento. En Tu Otra Bonita hay mucho talento. Qué te voy a contar de Héctor, que compone todas las letras y siempre digo que es talento puro. Pero también Alberto y yo, que nos encargamos de la parte melódica. Creo que hace falta tener talento para alcanzar ciertas metas, pero obviamente el trabajo es imprescindible.
Y si tuvierais que definir el talento, ¿cómo lo haríais?
Héctor: Es complicado. En primer lugar porque el talento puede ser subjetivo. Alguien puede pensar que yo tengo talento y el que está a su lado opinar lo contrario.
Félix: Creo que el talento es algo en lo que destacas de manera innata, como si reunieras ciertas condiciones.
Héctor: Pero ¿quién tiene la vara del talento? ¿Quién decide quién es talentoso y quién no? A lo mejor Félix tiene un gran talento para esquiar, pero como nunca lo ha hecho no lo sabe [risas]. Yo estoy pensando en apuntarme a esgrima y lo mismo soy un máquina [risas].
Félix: Claro, seguramente tengamos talentos escondidos. Y habrá gente que no descubra nunca el suyo. Al nacer nos deberían decir qué cosas se nos dan bien.
Héctor: Estaría bien, pero yo creo que lo bonito de la vida es descubrir cuál es tu talento. Y descubrirlo y aprender qué tienes que hacer para potenciarlo es un trabajo, uno muy hermoso.