Single
La elegancia de lo sutil
Sacan discos a su ritmo, sin presiones de ningún tipo. Teresa Iturrioz e Ibon Errazkin, componentes de Single, son por derecho propio artistas de culto. Su música, sin embargo, está abierta a todo tipo de públicos. Una mezcla exquisita de pop y folk que podría pertenecer a cualquier época pero que siempre suena terriblemente personal.
Al principio, Single iba a ser el nombre de una cantante solista. Pero bajo este nombre artístico siempre operaron dos músicos, que además ya habían recorrido un largo trayecto juntos, así que, inevitablemente, Single son Teresa Iturrioz (San Sebastián, 1969) e Ibon Errazkin (San Sebastián, 1968). Ambos llevan haciendo música juntos desde finales de los ochenta. Primero en Aventuras de Kirlian, en Le Mans después, y desde 2005, en Single. Entre Ibon y Teresa existe ese tipo de complicidad y entendimiento que proporciona el paso del tiempo cuando este no acaba con una relación. “Entre nosotros podemos hablar con franqueza de lo que no nos gusta de las propuestas del otro. Ibon no se corta a la hora de decirme que grite menos en alguna canción y yo puedo decirle a él cosas como: ‘Esta canción nueva que traes, no sé yo’. Además, aunque no siempre sea así, muchas veces sintonizamos bastante con lo que nos apetece hacer”, explica Teresa. Con un título que, según ellos, “es la palabra más usada que conocen”, su cuarto álbum de estudio, Hola, acaba de ver la luz. “Es como la música de un western”, explica Ibon, “porque contiene todos los elementos habituales en el género: cielos azules, paisajes, noches estrelladas, caballos, leyendas y baladas románticas.”
“Hola es como la música de un western; contiene todos los elementos del género: cielos azules, paisajes, noches estrelladas, caballos, leyendas y baladas románticas”
La dinámica de trabajo en Single es tan sencilla como antigua. “Normalmente —dice Ibon— yo compongo primero la música. Teresa la escucha, piensa un tema apropiado para ella y escribe la letra. Los arreglos y el estilo de la canción los vamos decidiendo poco a poco entre los dos”. Lo cierto es que Single existe porque cuando se terminó Le Mans a finales de los años noventa, ambos siguieron haciendo canciones para otros artistas. Más allá de Fangoria y la artista anteriormente conocida como Tamara, sus composiciones apenas encontraron salida. “Cuando empezamos con Single —explica Ibon— queríamos ser simplemente compositores en la sombra; las canciones iban a estar cantadas y producidas por otras personas. Pero como no encontramos a esas personas, tuvimos que hacerlo nosotros”, explica Ibon.
En vista de que contaban con un buen número de canciones, Teresa, que hasta entonces había sido bajista, se animó a cantar y optaron por grabarlas ellos. “Nuestro talento sin duda reside en componer canciones”, afirma Ibon. “Tocar, grabar o actuar en directo son cosas que hemos ido aprendiendo con el tiempo, pero componer es lo que nos sale de manera más natural”. La idea original del dúo era publicar únicamente sencillos. “Aunque eso también me ayudó a ir ganando seguridad a la hora de cantar, era mucho más sensato plantearse grabar un álbum”, reconoce Teresa.
“Nuestro talento reside en componer canciones. Lo demás lo hemos ido aprendiendo con el tiempo, pero componer es lo que nos sale de manera más natural”
Tres lustros más tarde, Single se ha convertido en el proyecto más duradero que han compartido. El tiempo les ha dado la razón en algo que ya sabían: en su caso, lo mejor es hacer música sin el objetivo de poder vivir de ella, así pueden hacer lo que les apetece cuando les apetece. Lo cual nos lleva de nuevo a Hola, el que posiblemente sea su álbum más melancólico. “Sí, sin duda lo es —tercia Teresa—. “Los anteriores eran discos con canciones más rítmicas y animadas, y en este no hay bases rítmicas, salvo alguna cajita de ritmos en algún momento. Así que eso ya lo coloca en un ámbito de más recogimiento”. Este es un álbum donde predominan los instrumentos acústicos, música aparentemente sencilla elaborada con espíritu artesanal. Y por supuesto, alejada de cualquier tipo de moda o tendencia. Single habitan su propio planeta y nos saludan desde él con canciones de una peculiar sensibilidad. Como la que envuelve a “Hola, soy Dafne” y “Canción para hombres grandes”, que juntas se convierten en una especie de espejo de ese exquisito equilibrio entre lo masculino y lo femenino que también son Single. También destaca “Madrugada Belle Epoque”, un homenaje a Donosti, su ciudad natal, la que hace más de dos décadas se convirtiera en cuna de una corriente musical. “En los noventa, cuando estábamos en Le Mans, se daba mucha importancia al hecho de que éramos de Donosti, y a nosotros nos daba un poco de rabia, no acabábamos de verlo. Con el tiempo sí me he dado cuenta de que nos ha influido muchísimo ser de allí, por el clima y por muchas otras cosas de las que seguramente no somos conscientes”, dice Ibon. ¿Qué nos debe Donosti a nosotros? Pues igual hemos contribuido un poco al turismo, aunque no lo creo [ríe]”.
Otro elemento característico de Single son las canciones ajenas que eligen para versionar en sus álbumes y sus sencillos. Sus elecciones nunca son previsibles, y si en el pasado han versionado a Lucía Bosé y Gregorio Paniagua o al uruguayo Leo Masliah, en este eligen al dúo folk José y Manuel. “Siempre nos han gustado los grupos que tienen su propio mundo y proponen algo distinto. No es que busquemos ser originales a toda costa, pero si algo nos parece que está muy trillado nos da pereza, lógicamente”.
“No es que busquemos ser originales a toda costa, pero si algo nos parece que está muy trillado nos da pereza”
El directo no les apasiona demasiado, pero cuando han salido a escena lo han hecho vestidos por el diseñador Carlos Diez Diez, que también se ha ocupado del look en algunos de los vídeos más celebrados de la pareja. “Hay que cuidar la puesta en escena y, además, ¡admiramos muchísimo a Carlos!”, dice Teresa. “Aunque las últimas fotos las hemos hecho sin estilismos, y seguro que habrá quien diga, ‘y se nota, maja. Se nota’ [ríe]. Ahora estamos más en un mood por lo natural. Aunque, a estas edades, deberíamos ir con más cuidado.
Lo que no ha cambiado es el responsable de elaborar sus portadas, Javier Aramburu, a la sazón uno de los diseñadores más importantes y reconocibles con los que cuenta la música pop española, autor de obras para Los Planetas, Family, La Buena Vida o Chucho. ¿Podría existir un disco de Single sin una cubierta suya? “Podría, ¡pero no sería lo mismo! La primera portada que hizo él fue para nuestro primer disco, el de Aventuras de Kirlian, en 1989. Son más de treinta años haciendo cosas juntos, así que es difícil imaginar nuestros discos con otras portadas”, dice Teresa.
A modo de despedida, el dúo nos explica el talento ajeno que más admiran. “Pues el que tenía nuestra amiga Eva Solex [componente del dúo madrileño Solex, fallecida en 2018], a quien hemos dedicado el disco. A ella y a su capacidad de ver las cosas desde un punto de vista inesperado. Eva era alguien completamente único y por eso muy difícil de describir. Nunca he conocido a nadie que fuera capaz de, con esa naturalidad, dar puntos de vista sobre las cosas tan insospechados y chocantes. Siempre conseguía descolocarte para bien. Además de brillante, era muy afectuosa”.