Teresa Portela
El deporte olímpico español tiene nombre y apellidos
Su nombre quedará grabado en la historia del deporte nacional este verano. Con la primera palada que pegue sobre las aguas niponas, Teresa Portela se convertirá en la deportista española con más participaciones olímpicas. A escasos meses de cumplir ese sueño cuenta a ‘Talento a bordo’ los muchos otros retos que tiene por delante.
Son ya casi tres décadas montada en su piragua y dos desde que debutó como deportista olímpica. Este año, Teresa Portela (Pontevedra, 1982) volverá a representar a nuestro país en unos Juegos Olímpicos por sexta vez, convirtiéndose así en la deportista española con más participaciones olímpicas. “Si me lo llegan a decir hace veinte años, no me lo hubiese creído”, dice.
A partir de los Juegos de Tokio su nombre estará a la altura del de otros dos ilustres de nuestro deporte, el waterpolista Manel Estiarte y el jinete Luis Álvarez Cervera, quienes también estuvieron en seis JJ. OO. Tan solo el atleta Chuso García Bragado (siete juegos) les supera por el momento. “Lo de Bragado es impresionante, algo muy difícil de superar”, afirma la palista consciente a su vez de que “en cuatro años puede pasar de todo” y quién sabe si llegará ese día en que pase de largo al atleta. Pero a día, si algo tiene claro Teresa es que para lograr una carrera tan larga y exitosa como la suya no existe otra fórmula que ir paso a paso. “Pensar que el entrenamiento de esta tarde me va a servir para los Juegos que se van a celebrar en cuatro años me parece poco motivador. Por eso quiero ir temporada a temporada; el tiempo dirá más tarde. Solo espero que la salud y las lesiones me respeten” explica.
Una asidua a los JJ. OO.
La experiencia que le otorga el hecho de haber estado ya en cinco olimpiadas (todas las celebradas en este siglo hasta la fecha), convierte a Teresa Portela en una de las voces más que autorizadas cuando se trata de dar consejos a aquellos que disputan este año sus primeros Juegos: “He vivido cada uno de los cinco con la misma intensidad que los primeros. El consejo que puedo dar a alguien que se estrena es que lo disfrute”, asegura. “Es una experiencia que hay que aprovechar al máximo porque solo podemos vivirla unos pocos privilegiados. Es un recuerdo para toda la vida”, añade.
¿Con qué Juegos se queda desde su debut en Sidney 2000? “Cada país ha intentado lucirse al máximo en la organización. Todos me han impresionado, no podría elegir uno solo”, dice sin mojarse. A pesar de que la gallega ostenta a día de hoy un envidiable palmarés en el que lucen 15 preseas mundiales (dos oros, seis platas y siete bronces) y 17 europeas (siete oros, cuatro platas y seis bronces), la medalla olímpica sigue siendo una asignatura pendiente en su carrera. “Me encantaría conseguirla en Tokio y creo que tengo opciones. Al final, lo mejor de todo y con lo que me quedo es con la satisfacción de haber estado compitiendo todos estos años y de sentirme bien conmigo misma”, asegura.
Abanderada del deporte femenino nacional
Teresa deja claro que vive por y para dos cosas: el piragüismo y su hija. De hecho, en 2013 tras seguir entrenando hasta el octavo mes de embarazo dejó de competir para dar a luz a la que hoy en día es una de sus más fervientes seguidoras: su hija Naira. “Al principio tuve dudas, no sabía como iba a afrontar a la vez la maternidad y la alta competición, pero parar fue la decisión acertada, ya que di a luz y, al año siguiente [17 meses después], conseguí el bronce en el Campeonato del Mundo” narra con una sonrisa.
“Parar por la maternidad fue la decisión acertada, ya que di a luz y al año siguiente conseguí el bronce en el Campeonato del Mundo”
Lo cierto es que Teresa Portela no solo se ha consagrado como referente del deporte femenino español por su dilatada experiencia. También como deportista de élite capaz de compaginar la maternidad y la vida familiar con una carrera al más alto nivel. “Las mujeres vamos creciendo en cantidad y en calidad de resultados, lo que supone un buen avance. Espero que mejore aún más y que sigamos yendo hacia arriba”, señala alguien que se ha convertido en una figura clave para el deporte a base de entrenamiento y de un ritmo de vida frenético. “¡Cualquier día en mi vida siento que voy corriendo! Siempre voy apurada para intentar llegar a todo, pero al final acabo llegando”.
“Estoy muy orgullosa de mi tierra. Somos afortunados porque nuestro territorio está lleno de costa y eso da pie a que haya muchos clubes en los que desde niños podemos practicar piragüismo, lo cual propicia que salgan muchos talentos”, explica la olímpica. Y es que, al igual que ella, en las aguas gallegas se han formado muchos de los palistas que tantos éxitos han conseguido para nuestro deporte, como David Cal (máximo medallista olímpico español) o Pablo Graña (campeón mundial en 2018). Como bien señala Portela: “¡En Galicia hay calidade!”.