Yolanda Serrano y Eva Leira
Descubriendo estrellas
El cine español tendría otras miradas, otros gestos y otras voces si no fuera por ellas. Charlamos con Yolanda Serrano y Eva Leira, las directoras de casting que, gracias a su ojo para captar el talento, llevan un par de décadas convirtiendo a jóvenes desconocidos en estrellas. Una labor desconocida para el gran público y que aún no recibe el reconocimiento que merece por parte de la industria.
Es probable que los nombres de Yolanda Serrano y Eva Leira no les suenen, pero sin ellas los rostros del cine español serían otros. Son las directoras de casting de películas como Celda 211, Ocho apellidos vascos, La isla mínima, Palmeras en la nieve o Dolor y gloria, y de series como Física o química, Veneno, La casa de papel, Patria o Élite. Casi nada. Cuando se les pregunta qué sienten al respecto, lo tienen claro: “Orgullo, pero para nosotras lo más importante es seguir colaborando con los maravillosos directores con los que hemos trabajado y con otros nuevos. Hay un gran talento joven”. Y es que, pese a llevar casi dos décadas en esto, Yolanda y Eva no pierden ni un ápice de ilusión.
Una ilusión que es imprescindible para sacar adelante su trabajo, desconocido para el gran público. “Mucha gente piensa que consiste en poner un anuncio, ver a cuatro actores y elegir a uno, y no se parece en nada a eso. Es una labor minuciosa, eres como un buscador de trufa, y son procesos muy largos porque tenemos que estar seguras de que los elegidos van a sostener el papel”. No hay casting sencillo, o al menos ellas no lo han vivido. Quizás porque reconocen tomarse cada uno como un salto al vacío. “Con el paso del tiempo eres más preciso, pero nosotras sentimos siempre el mismo vértigo: es como estar al borde de un abismo y lanzarse sin red”. Así definen, por ejemplo, el casting de Veneno.
“Los castings son procesos muy largos porque tenemos que estar seguras de que los elegidos van a poder sostener el papel”
Su labor en Veneno, una serie protagonizada por mujeres trans que ha dado la vuelta al mundo, puede considerarse un hito. Al hilo de esto les preguntamos por el escaso reconocimiento que tienen los responsables de casting dentro del sector. “Es una reivindicación que lleva tiempo haciéndose en Hollywood y si allí no lo consiguen pues imagínate aquí. El mejor reconocimiento es seguir contando con la confianza de grandes directores, y con la de nuestros padres e hijos que nos han aguantado tantas horas de trabajo”. A estas alturas son algo así como una pareja artística, “la rubia y la morena”, hasta el punto de que, confiesan entre risas, numerosas personas solo las reconocen cuando van juntas.
Del cine a la televisión
De Veneno, uno de sus últimos trabajos, pasamos al érase una vez de Yolanda y Eva: La flaqueza del bolchevique. Una cinta que las unió y que supuso el hallazgo de María Valverde, a la postre Goya a mejor actriz revelación, tras patearse decenas de colegios e institutos. “Si a nosotras, como espectadoras, no nos pasaba lo mismo que al personaje de Tosar, no había película. Buscábamos a una chica que al girarse embelesara a todo el cine”. Yolanda reconoce que desde el primer momento le atrajo la “pasión” con la que trabajaba Eva, por eso cuando al poco de finalizar este rodaje Eva la llamó para hacer otra película no lo dudó: “¿Dónde hay que firmar?”, le respondió. Así nació una relación profesional que no ha parado de cosechar éxitos. “Nunca hemos tenido un parón en todos estos años, hemos ido enganchando una película con otra”.
Y quien dice película, dice serie. Porque poco después de La flaqueza del bolchevique Yolanda y Eva aterrizaron en la televisión. “Tuvimos la suerte de que nuestra primera serie fue Física o Química, que a su vez era la primera serie sobre adolescentes con actores que tenían la misma edad que los personajes”. Otro hito. “El día que se estrenaba Física o Química los chicos vinieron a vernos y eran unos perfectos desconocidos, a la semana siguiente volvieron y ya les paraban por la calle”. Reconocen que compraban la revista Súper Pop para comprobar si habían hecho bien su trabajo: si los chavales aparecían en la portada era que sí.
San Bernardo, 5. Madrid. La mayoría de las actuales estrellas del cine español han cruzado el umbral de ese vetusto portal en algún momento. Y es que Yolanda y Eva siguen haciéndolo de la misma manera y en el mismo lugar, aunque eso implique que un candidato tenga que huir por la terraza para no cruzarse con el siguiente. En otras ocasiones han tenido que salir de su oficina en busca del personaje que el guion les demandaba. “Un casting es una inmersión y muchas veces el intérprete que buscas no va a venir al centro de Madrid, tienes que ir tú”. Pero, antes de todo eso, ¿cómo arranca un proceso de casting? “Leemos el guion por separado y al día siguiente ponemos ideas en común. Unas veces te vienen nombres, y otras un agujero negro y tienes que empezar a buscar”.
“Un casting es una inmersión y muchas veces el intérprete que buscas no va a venir al centro de Madrid, tienes que ir tú”
Buscar, una palabra que en el caso de Eva y Yolanda está cargada de significado. “Buscamos en el actor algo profundo que tiene el personaje. Tiene mucho que ver con el amor, con esa sensación que te transmite alguien aunque no sea exactamente lo que estás buscando. Es muy intuitivo”. Y es que a la hora de elegir a sus personajes van más allá de la apariencia física, quizás ahí resida su secreto. “Para nosotras un prototipo es la chica que entra en una fiesta y todo el mundo la mira. Eso es un concepto y no quiere decir ni que sea rubia, ni morena, ni la más guapa. O el amigo que nunca acaba bien la noche, o la persona que sabes que siempre te va a ayudar... Trabajamos los personajes desde ese enfoque y no tanto desde el físico”.
La música del talento
Si algo está claro es que Yolanda y Eva tienen ojo para captar el talento. Por ello, les pedimos que lo definan. “El talento surge cuando alguien es capaz de sacarle partido a su propia música, a algo que es solo suyo y le diferencia de los demás. Algunas veces una persona no es consciente de su talento y tienes que orquestar esa música desde fuera, y otras sí lo es y por ello su música pierde un poquito de magia. Tiene que ver con la honestidad y ese componente de magia”. ¿Y dónde puede encontrarse el talento? “En todos sitios... Ahora mismo puede estar en Instagram o en TikTok y nosotras tenemos que ir adaptándonos a esos nuevos formatos”. Eso sí, advierten: “Los seguidores en redes sociales vienen con el éxito, no al revés”.
“El talento surge cuando alguien es capaz de sacarle partido a su propia música, a algo que es solo suyo y le diferencia de los demás”
Yolanda y Eva trabajan con una materia prima muy delicada, por ello muestran una gran empatía: “Trabajamos con la generosidad de los actores y las actrices que vienen aquí a darlo todo. Los profesionales se exponen igual o más que los amateurs. Muchas veces un amateur no sabe a lo que se enfrenta o lo que puede perder y no sufre la tensión de un profesional que quiere hacer tal personaje o trabajar con determinado director”. Y la misma empatía muestran hacia sus directores: “Se habla poco de lo mucho que sufren y de lo mucho que arriesgan, por eso intentamos descubrir cómo les podemos ayudar”. Tras dos décadas buscando, cuando Yolanda y Eva no encuentran a su personaje invocan: “Nos merecemos suerte”. Y sí, la merecen.