Okokume
El éxito de Cosmic Girl
Pasó su infancia viendo animación japonesa y afrontó su juventud con un sueño: ser artista. Lo primero modeló su obra, claramente influenciada por la cultura nipona, y lo segundo se hizo realidad, hasta el punto de convertirse en un referente en lugares como Japón o Hong Kong. Hoy, Laura Mas, más conocida como Okokume, renueva el arte contemporáneo con el icónico personaje de sus cuadros, Cosmic Girl.
La pintora Laura Mas (Mataró, 1985) confiesa que creció consumiendo series de Akira Toriyama, como Dragon Ball y Dr. Slump, y viendo películas japonesas. Eso sembró en su imaginario creativo las semillas de lo que sería su arte, profundamente marcado por la cultura nipona. Sus primeros personajes, aparecidos en la serie Ikimono, representaban a mujeres japonesas que ya eran recurrentes en los Ukiyo-e [un género de grabado típico de Japón]; y sus creaciones más recientes, protagonizadas por su alter ego, Cosmic Girl, manifiestan claras influencias del manga y el anime. “Cuando era pequeña, me asombraba tanto el aspecto tan diverso de los personajes que siempre intentaba dibujarlos. Daba igual el estilo que fuera”, comenta.
Cosmic Girl, un ser galáctico con aspecto de niña apareció en la Tierra (y en el mundo del arte) en 2017 para transmitir mensajes positivos. Previamente, Laura había adoptado un nombre artístico más cercano fonéticamente al japonés que al español (Okokume) y, a partir de ahí, los astros se confabularon para hacer de su talento un éxito en lugares como Japón y Hong Kong. Hoy, Cosmic Girl acapara galerías de arte y es una pieza codiciada en subastas, pero también tiene éxito fuera de ese circuito: protagonizó el merchandising de un pop-up art café en el barrio tokiota de Harajuku y ha sido imagen de una de las cafeterías hongkonesas más cool, Hypebeans. En España, el arte de Okokume es mas desconocido, algo que, confiesa, le permite trabajar con menos presión, pero a finales de 2022 la galería de arte L21 de Barcelona expuso su último trabajo: Fronteras.
¿Cosmic Girl es el alter ego de Okokume o de Laura Mas?
Te diría que comparte alter ego con ambas.
¿Qué representa Cosmic Girl y cómo surge?
Ella es un reflejo de los sentimientos que remueven mi corazón. Surgió en un momento de mi vida en el que necesitaba un cambio, una nueva forma de expresarme artísticamente. Necesitaba representar a ese ser que muchos buscamos a veces para que nos salve, nos ayude y nos aporte cierta comprensión de la vida y el mundo.
La piel de color turquesa y el pelo rosa definen a Cosmic Girl. ¿Tienen algún simbolismo o simplemente siguen una estética manga/anime?
Inicialmente, sus cabellos eran más blancos y de ahí pasaron a tener tonalidades más rosáceas. Era mi forma de definir un estilo propio para que se me reconociera a simple vista con un par de colores, como una firma. Más tarde fui consciente de lo mucho que influyó en ello el anime Akira, de Katsuhiro Ōtomo. Por otra parte, con esa estética suave y ese tono pacífico intento que mi mensaje llegue a todos los públicos.
“Necesitaba representar a ese ser que muchos buscamos a veces para que nos salve, nos ayude y nos aporte cierta comprensión de la vida y el mundo”
¿Qué cuenta la última exposición que ha protagonizado Cosmic Girl: Fronteras?
El espectador se encuentra con una reflexión personal sobre la crisis de los migrantes y las dificultades que encuentran en su camino hacia una vida mejor. Mi intención es abrazar la diversidad, priorizar lo que nos une y remarcar valores universales como la bondad y la empatía. Al final, el arte conecta con algo más grande, con la humanidad que todos compartimos y que puede llevarnos a algo mejor.
¿Y Cosmic Girl es capaz de hacernos reflexionar sobre cómo debemos comportarnos como sociedad con respecto a los movimientos migratorios?
No sé si es capaz, pero la intención está ahí porque necesitamos integrar actitudes de respeto y tolerancia ante los problemas fronterizos. Es esencial velar por los derechos humanos y, sobre todo, desarrollar las bases para una vida digna donde las necesidades básicas estén cubiertas.
Tu talento ha llamado la atención muy lejos de España. ¿Alguna vez planteaste tu estética pensando en gustar a los japoneses?
La verdad es que no.
De hecho, la galería que te representa, JPS Art Gallery, se encuentra en Hong Kong. ¿Te decepciona que tu talento se reconozca más allí?
No. Y, de hecho, lo llevo muy bien porque sigo viviendo en Barcelona. Tengo reconocimiento hacia mi trabajo en esos lugares, pero aquí, por ahora, vivo tranquilamente en el anonimato y eso me permite crear libremente, sin presión mediática.
¿No te relacionas bien con el éxito?
Lo que nunca he llevado bien es ser el centro de atención. Es más, en todas mis inauguraciones siento algo de ansiedad en los momentos previos, pero entiendo que es parte de mi trabajo. Y que conste que lo hago con todo el aprecio y agradecimiento hacia aquellas personas que acuden a mis inauguraciones.
“Mi intención es abrazar la diversidad, priorizar lo que nos une y remarcar valores universales como la bondad y la empatía”
¿Qué te gustaría qué sucediese en España con tu obra y tu mensaje?
Me gustaría colaborar con fundaciones solidarias, igual que he podido hacer con algunas instituciones en Hong Kong, como Make a Wish, a las que dono lo recaudado con la venta de algunas de mis obras de edición limitada.
Siempre has dicho que has luchado mucho por conseguir aquello que te hacía vibrar: ser artista. ¿Laura Mas es una Cosmic Girl con el superpoder del tesón?
No ha sido fácil llegar hasta aquí. El sufrimiento, la soledad y la incertidumbre han sido algunos de los sentimientos que me han acompañado en esta gran aventura. Es cierto que la recompensa ha sido exponencial y estoy muy orgullosa de lo que he conseguido, pero, sin duda, todo esfuerzo requiere sacrificio.