Yoly Saa
Fiel a sí misma
Con ganas de volver a sorprender a su público, Yoly Saa se presenta al Benidorm Fest 2024 con ‘No se me olvida’, un tema que formará parte de su próximo álbum y en el cual se aprecian sus raíces gallegas. Sobre el escenario, la cantante y compositora aunará su desbordante pasión por la música —la misma que le llevó a aparcar sus otros horizontes profesionales, la educación y el fútbol sala—, su inquietud creativa y una personalidad arrolladora.
En el mundo de la música, reconoce Yoly Saa (Pontevedra, 1992), “ya está todo inventado”. Siendo consciente de esto, el dilema para cualquier artista es: ¿cómo me diferencio de los demás? Para la cantante y compositora gallega, esa tarea consiste en ser fiel a sí misma, investigar mucho durante el proceso de composición y alumbrar sonidos que tengan la capacidad de sorprender. Así, esta joven que llegó a jugar en la Primera División de Fútbol Sala Femenina y que abandonó la docencia para volcarse en la música, se ha labrado su propio sello. Una identidad, más madura y más apegada a sus raíces, que podemos captar en su último tema, No se me olvida, canción con la que participará en el Benidorm Fest 2024. Una nueva experiencia en una aventura musical que no ha hecho más que empezar.
Futbolista, maestra, cantante… ¿En qué momento te diste cuenta de que lo tuyo realmente era la música?
Puf, ¡nunca! Ni siquiera ahora. Todo ha sido bastante inesperado. Era profesora en un colegio de Galicia y mi vida no me hacía del todo feliz, así que un día me dije: ¿y si voy a Madrid a ver qué se cuece por ahí? Fue una forma de ponerme a prueba y demostrarme a mí misma que podía salir de mi zona de confort. No me he parado a reflexionar mucho sobre lo que me ha pasado durante estos cinco años, pero sí sé que la música me apasiona y es la única vía de expresión que encuentro para ciertas cosas.
Entonces, ¿es precisamente eso lo que te hace decantarte por los instrumentos?
Sí, porque la música es lo único que me hace conectar al 100% con el mundo y me hace sentir un cosquilleo que me sube por la espalda. No hay nada que me apasione tanto. Yo puedo coger una guitarra o ponerme un disco y olvidarme de cómo me llamo, de si estoy respirando o no. Nada me hace sentir igual.
Y, ¿de dónde crees que viene esa pasión?
De mi padre. Desde pequeñita me ponía música en casa y me cantaba un montón de boleros. También ponía a cantautores. De hecho, conecto mucho con esa música, así que todo indica a que mi pasión viene de ahí.
“Yo puedo coger una guitarra y olvidarme de cómo me llamo, de si estoy respirando o no. Nada me hace sentir igual”
¿Cómo describirías ese camino en el que un artista emergente tiene que integrarse en la industria musical?
Muy duro. Es algo que no debes pensar mucho porque, si lo piensas, no lo haces. A mí muchas veces me dicen que he sido valiente y, simplemente, he sido inconsciente. He tenido mucha suerte, hay gente que se pasa años intentando llegar donde estoy yo. Lo mío ha sido relativamente rápido y, aún así, hay momentos en los que pierdes la esperanza. Eso sí, una vez subes al escenario, se te pasa todo cantando tus canciones, es como estar en casa.
¿Y qué consejos darías a quienes sueñan con dedicarse a la música?
Que tengan paciencia, que esto es una carrera de fondo y, sobre todo, que lo hagan por ellos mismos, no por la fama ni por la posición que puedan alcanzar. Se está perdiendo la esencia de la música. Si a uno le gusta hacer canciones lentas, aunque sean menos vendibles, que las haga. Si a uno le gusta hacer reguetón y perrear hasta el suelo, adelante. Hay que ser siempre uno mismo.
Dicen que para triunfar en el mundo de la música hay que ser diferente. ¿Cómo lo entiendes tú?
Sabiendo que ya está todo inventado, en mi caso creo que es la manera de escribir, más similar a como se hacía hace cuarenta o cincuenta años. También soy muy visual, cuando actúo intento crear ambientes y escenas que me caracterizan. A nivel de producción, me gusta investigar sonidos más arriesgados que la gente no se espere, los cuales, a priori, no van a ser tan fáciles al oído. No lo hago a propósito, es mi manera de hacer música.
“Me dicen que he sido valiente y, simplemente, he sido inconsciente. Hay gente que se pasa años intentando llegar donde estoy yo”
Entre papá y mamá, es decir, entre el escenario y el estudio, ¿con quién te quedas?
¡Puf! No se puede elegir, uno se nutre del otro y viceversa. El escenario es increíble porque te permite conectar con el público y por la adrenalina que sientes, ¡nos volvemos un poco yonquis del escenario! Pero el momento de crear canciones en un estudio es único y especial. Ver cómo una canción nace con una guitarra, la sustituyes por un montón de elementos que no tienen nada que ver y llegas a un sonido que no te esperas... Todo eso es un proceso creativo brutal.
Compones canciones para ti, pero también para otros artistas, ¿cómo es hacerlo para los demás?
Para mí es inmensamente más fácil si el artista para el que estoy componiendo está conmigo. Tienes que estudiarte un poco a cada artista antes de sentarte con él. Luego hay que escuchar lo que quieren y lo que necesitan, conocer sus experiencias, en qué momento vital están y cómo les gusta comunicar. Escribir canciones para otros te permite dejar de mirarte el ombligo para centrarte en historias ajenas.
No podemos pasar por alto que estás entre los 16 finalistas del Benidorm Fest con No se me olvida. ¿Cómo afrontas el reto y cuáles son tus expectativas?
Intento no tener muchas expectativas porque siempre digo que, en esta vida, es mejor estar sorprendida que decepcionada. El objetivo era llevar una canción con la que yo estuviese muy cómoda y es lo que hemos hecho. Creo que podemos presentar una buena escenografía y que haremos un gran trabajo. Después veremos qué opina el jurado y qué vota la gente, pero yo estoy tranquila.
“El talento, en este caso el musical, es tener la capacidad de contarle a alguien una historia de su vida sin conocer sus experiencias”
Te hemos oído decir que es tu mejor canción. ¿Por qué lo crees?
Porque es la primera canción de lo que será mi siguiente disco y es una Yoly Saa mucho más madura. He tenido experiencias vitales que me han situado en otro lado y siento que tengo las cosas más claras. La letra es muy redonda y la producción ha ganado en seriedad y carácter con la incorporación de Alejandro Acosta de Fuel Fandango.
Para finalizar, cuéntanos qué es para ti el talento.
Para mí, el talento, en este caso el musical, es tener la capacidad de contarle a alguien una historia sobre su vida sin conocer sus vivencias, sus experiencias. Es decir, lograr que una persona escuchando tu música piense: “Esto a mí me ha pasado”. Si lo consigues, es que has sido capaz de juntar las palabras exactas para alguien sin saberlo.