Nella
Rumbo al éxito
Entregada a la música y curiosa de todo lo que con ella puede seguir descubriendo en la vida, la cantante Nella Rojas, más conocida como Nella, protagoniza una proyección profesional increíble en la que no faltan duetos con artistas consagrados, nominaciones a grandes premios y conciertos en Estados Unidos, Latinoamérica y Europa. ¿La clave de su éxito? El amor por sus raíces, la fusión de diferentes estilos y, por encima de todo, su intimista voz.
Cuando canta, su voz quebrada y dulce, casi herida por una sensibilidad extrema, conmueve y seduce. Y cualquiera podría pensar que Nella es, realmente, una mujer frágil en mitad del mundanal ruido. Sin embargo, esta venezolana de 32 años, originaria de la isla de Margarita, es un torrente de vitalidad y acción. Atraviesa felizmente las calles de Nueva York en bicicleta; no perdona nunca su primer café de la mañana en cuanto abre el ojo y, en la actualidad, vive inmersa en su gran historia de amor: Tambor, un cachorro de teckel que le ha suavizado los estragos de la pandemia. “Cuando mi hermana me vio de bajón, me dijo: ¡Coge el perro que quieres ya! Unos amigos de Miami me presentaron a Tambor y aquí está conmigo. Me ha robado el corazón y siempre que tengo ayuda, se viene de tour conmigo”. Una gira (la aplazada en 2020) que se ha reanudado este otoño y que culminará el año en Madrid, el próximo 18 de diciembre, en la sala Galileo Galilei. “Volver a los escenarios es una de las cosas más bonitas que me han pasado en estos últimos meses. Espero que este tour siga creciendo para seguir llevando estas margaritas por el mundo”.
Las margaritas a las que se refiere son las canciones de su último álbum, Doce Margaritas, por el que Nella ha estado nominada en los últimos Grammy Latinos a Mejor Álbum Vocal Pop Tradicional, y Mejor Canción Pop por Ahí, pero también a Canción del Año por Mi guitarra, un dueto junto con Juan Luis Guerra. Apabullante éxito tan solo dos años más tarde de ser elegida Mejor Nuevo Artista en los Grammy Latinos de 2019.
¿Cómo has vivido la experiencia de estas tres nominaciones?
Todavía no me lo creo. Con un álbum que, además, se hizo durante una pandemia. Estoy muy feliz de haber estado ahí, compartiendo categorías tan importantes con colegas y artistas que admiro tanto, y de haber tenido la oportunidad de cantar en la ceremonia junto al gran Carlos Rivera.
¿Algo chafada por no haberte llevado ni siquiera uno?
No, porque nunca imaginé ganarlos. Fui a la ceremonia con una actitud como la de 2019 cuando me decía: “¡Chévere, qué bonito! Vamos a la fiesta porque aquí no se va a ganar, compitiendo con todos esos grandes artistas como Pablo Alborán, Carlos Vives, Ricky Martin y Juan Luis Guerra ¡Esto es imposible!” La diferencia es que entonces sí me llevé el Grammy. ¡Una gran sorpresa! Aquello fue súper emocionante, como un primer beso. Pero ahora estaba convencida de que no se iba a repetir, aunque estas nominaciones en sí mismas ya son un premio.
“Llevarme un Grammy fue súper emocionante, como un primer beso”
¿Las nominaciones y el Grammy de 2019 te dan fuerzas para trabajar con más ganas?
Proporcionan mucha inspiración y yo lo veo como una motivación. Por otra parte, el estar presente en eventos como este, rodeada de tanto talento y de tantos artistas con los que crecí musicalmente, como Rubén Blades, Juan Luis Guerra o Gloria Stefan, es un regalo para el alma y es con lo que regreso a casa.
Un Juan Luis Guerra con el que has cantado un dueto nominado a Canción del Año. ¿Cómo fue la experiencia?
Ha sido un gran sueño. Para mí Juan Luis Guerra es uno de los artistas con una de las visiones que más comparto: la de mantener el ritmo tan rico de nuestra tierra, Latinoamérica, sin olvidar las letras y los mensajes. Es un gran ejemplo a seguir y esta canción, Mi guitarra, donde nuestras voces suenan juntas, hace que aún se me salten las lágrimas de la emoción. También ha sido especial por cómo ocurrió todo. Javier Limón, mi productor y mentor, le envió la canción en la que yo tenía la voz guía, es decir, que Juan Luis Guerra, al cantarla, tenía que quitar mi voz. Sin embargo, la devolvió sin borrarme. Javier no entendía muy bien y cuando le preguntó, el maestro dijo: “No quites la voz de Nella, que me encantó. Esto se queda así, juntos los dos”. ¡No me lo podía creer! Muy agradecida de que me haya tocado algo así en la vida.
En alguna ocasión has dicho que Javier Limón te malcría, porque él te escribe las canciones con las que te identificas y tú, tan feliz. ¿No echas de menos interpretar tus propias canciones?
A pesar de que son canciones escritas por Javier son canciones escritas para mí, pensando en mí, y cada canción tiene un poquito de lo que soy. Y sí, digo que me siento malcriada porque estoy muy cómoda con alguien que me va enviando canciones como si las hubiera escrito yo. Tal vez él ha encontrado una voz que puede interpretar sus canciones, y yo he encontrado a alguien que me lee la mente en el momento que escribe. Es muy bonito encontrar a alguien con quien tengas esa conexión tan especial, porque en el mundo artístico no es fácil. Un ejemplo de esta simbiosis es Me llaman Nella, de mi anterior álbum Voy. Javier no ha visitado Isla de Margarita, donde yo nací, y pudo describirla como si hubiese pisado las playas de allá. En cuanto a mis propias canciones, ya estamos trabajando en mi tercer álbum y comencé a ponerle música a alguna de las letras de Javier. Hay un tema en particular del que estoy muy satisfecha y que estoy deseando que la gente escuche para que descubran algo más de mí.
“Con Juan Luis Guerra comparto la visión de mantener el ritmo de nuestra tierra, Latinoamérica, sin olvidar las letras y los mensajes”
¿El proceso artístico con alguien con quien se tiene tanta afinidad es sencillo?
Sí, siempre se inicia con la letra. Es como un poema, donde todavía no hay música ni melodía. Javier me la envía y después de leerla, si me siento conectada o no con el mensaje, que casi siempre es así, procedemos a la música.
¿Y ahí entran todos los diferentes estilos musicales?
Siempre digo que si la letra con una sola guitarra funciona, ese núcleo ya está formado y desde ahí, ya se le puede agregar toda una orquesta o mariachis, o lo que quieras. En este último álbum, Doce Margaritas, por ejemplo, hemos explorado más con sonidos electrónicos, con mis influencias de soul, R&B, neo soul, pop y todo esos estilos musicales que me fascinan.
“En mi último álbum hemos explorado sonidos electrónicos con influencias de soul, R&B, neo soul, pop…”
Sin perder las raíces…
Por supuesto, manteniendo siempre la esencia y sin perder la raíz que es algo tan importante para nosotros. Pero sobre todo, como te digo, teniendo muy clara la comunión inicial con el mensaje, porque eso es lo que hace que al cantarla, al transmitir esa letra, yo esté tan conectada con ella, independientemente del estilo musical que se escoja.
¿Cómo es Doce Margaritas con respecto a Voy?
Voy era más como para estar en el salón de tu casa con una copa de vino y la luz tenue. Y Doce Margaritas ya se presta a cambiar el vino por un cóctel más fresco, tener la luz prácticamente apagada y bailar, porque hemos incorporado un poquito de ritmo en estas canciones y más elementos electrónicos.
La canción Volando, convertida en el himno de Iberia, es ahora un documental musical en el que has participado tú también. ¿Una experiencia bonita?
Ha sido una aventura espectacular y un proyecto precioso. Te confesaré que cuando me dijeron que tenía que cantarle la canción al avión, en el avión, porque Volando es una canción dedicada a un avión, el Airbus A350, todo me sonaba un poco frío. Pero cuando terminé, vi al equipo de Iberia llorando, contándome que sus padres ya trabajaban allí e historias personales de diferentes generaciones que habían estado en la empresa, y, de pronto, cantarle a un avión dejó de ser frío. Se convirtió en honrar a muchas personas y generaciones que han formado la familia de Iberia. Luego vino el documental, en el que la canción Volando viaja por el mundo, transformándose con cada uno que los artistas que la cantamos. Un proyecto muy bonito y una bendición haber podido participar, cantando con Diogo Clemente en Lisboa, con Genara Cortés en Cuba, compartir proyecto con Juan Carmona, Piraña, Inma Cuesta… Y tantos grandes artistas y, por supuesto, estar en esta producción junto a la familia de Iberia y mi familia de Casa Limón.
“'Volando' se ha convertido en un homenaje a muchas generaciones que han formado parte de la familia Iberia”
¿Hacia dónde vuela Nella ahora?
No haber podido tocar con público durante la pandemia ha sido una de las cosas más difíciles. Los conciertos virtuales, todo a través de una pantallita donde no hay ningún tipo de feedback de la gente, para mí ha sido horroroso. Así que ahora mismo lo que espero es volar hacia muchos escenarios con público en directo.