Pablo Erroz
Diseño sin etiquetas
Curiosidad, valentía, compromiso y, sobre todo, una búsqueda constante de conexiones entre disciplinas y lenguajes. Bajo la inquieta mirada de Pablo Erroz, el diseño se convierte en algo infinito: un universo líquido que no conoce géneros, ni temporadas, ni fronteras, y donde el ciudadano multicultural de hoy puede expresar su individualidad sin renunciar a la sofisticación y la naturalidad. Su presentación en la 75ª edición de la MBFWM habla por sí sola.
Nos citamos con Pablo en Barcelona a unos días de la MBFWM (Mercedes Benz Fashion Week Madrid), concretamente en su showroom —situado en un elegante edificio modernista del centro de la ciudad—, para que nos enseñe su nueva colección. En una jornada frenética, recorremos con él las calles de Poblenou y del Distrito 22@ compartiendo reflexiones y permanentemente conectados con nuestros particulares centros de trabajo. Ilustramos a la perfección el perfil multitasker del ciudadano actual, ese que inspira las colecciones de Pablo. Hacemos una parada en el café Libertine de Casa Bonay, de ambiente multicultural y que sirve como espacio de coworking. Pablo está en su salsa. Empezamos a comprender.
Pablo Erroz (Palma de Mallorca, 1989) se define, por encima de todo, como un amante de la comunicación visual. “El diseño al final no es más que una vía de expresión”, afirma. Así, lo que empezó en 2012 como una marca de moda —Pablo pasó primero por las filas de Inditex y de ahí a director creativo de Caramelo— ha trascendido hoy los límites de la industria y se ha convertido en un universo multidisciplinar de marca. Una propuesta que abarca desde productos de interiorismo (suelos, mobiliario, alfombras, etc.), hasta colaboraciones con marcas de vinos. “El diseño no tiene que tener ningún tipo de barreras. Nosotros tampoco las tenemos”, subraya.
“Es un proyecto multidisciplinar que conecta personas, universos y marcas, lo que nos permite llegar más lejos”
De hecho, tiene muy claro que su proyecto lo que busca es no condicionar. “No tiene ningún sentido que las prendas se asocien a temporadas y, por ello, desde hace tres años hacemos colecciones completamente atemporales. Bajo un mismo paraguas trabajamos una propuesta anual que une verano e invierno. También mezclamos las colecciones de hombre con las de mujer: siempre hemos dicho que somos una marca unisex, lo que ahora se conoce como genderless”, continúa. En resumen, ellos diseñan prendas y es el individuo quien decide. “Nosotros estamos aquí para dar herramientas a la gente que le permitan expresarse mejor y tener un discurso propio”, añade.
En esta aventura sin fronteras, las colaboraciones juegan un papel esencial. “Una frase que me gusta mucho dice: ‘Si quieres llegar rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado’. Entendimos que en esta nueva etapa era fundamental vincularnos con empresas que estuviesen trabajando esos terrenos”. Y prosigue: “Pablo Erroz es un proyecto multidisciplinar que conecta personas, universos y marcas, lo que nos permite crecer de forma conjunta y llegar más lejos”.
Compromiso con el planeta
Quien fuera apodado por Vogue como “el heredero del cool neoyorkino” es hoy uno de los grandes referentes de la moda española. Entre otros reconocimientos, destacan el Onda Cero al diseño (2014), el Barcelona Designers Collective (2015) y el premio al mejor diseñador masculino español en el prestigioso Woolmark Prize International (2017). Además, durante tres años consecutivos ha sido finalista al Who's On Next de Vogue España al mejor diseñador del año.
Una de las claves de su éxito es, sin duda, su firme apuesta por la sostenibilidad, un concepto que él entiende en su sentido más amplio: aquello que hace que un negocio se sostenga en el tiempo, en el corto, en el medio y en el largo plazo, mientras cuida del medio ambiente. “Hoy por hoy producimos todo en España. Intentamos que el 80% de nuestros tejidos formen parte de partidas ya existentes, apostando por un consumo responsable y alineándonos con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible). Además, si tenemos que crear algún tejido siempre lo hacemos a partir del reciclaje. Tratamos de seguir la filosofía del upcycling, el recycling y la circularidad”.
“Siempre digo que no soy un diseñador, sino un director creativo que abarca muchas más cosas”
Por otra parte, tiene claro que quizá hoy lo más sostenible sea no producir o producir mucho menos: “Parte de las prendas que hemos creado en nuestra última colección llevan incorporado su propio NFT y solamente estarán disponibles en el mundo digital. Y estamos trabajando para que el día de mañana se incorporen al metaverso”. La tecnología NFT permite además conocer la trazabilidad de los productos: “Con un smartphone puedes escanear la mayoría de nuestras prendas. Te vas a encontrar con una experiencia digital que te permitirá saber todo lo que hay detrás de una prenda, como los procesos que se han realizado”, puntualiza.
Algo más que un diseñador
Intensidad es la palabra que define un día en la vida de Pablo, como él mismo relata. “Mi día a día como director creativo tiene una cosa buena y es que nunca es igual. Soy una persona que madruga mucho porque por las mañanas es cuando más energía tengo. Arranco con un café fuerte y, a partir de ahí, a revisar correos electrónicos y planificar el día. Muchas veces nos pasamos por el showroom para ver cómo están yendo las cosas y para tener un contacto directo con el cliente y con los estilistas, otras toca revisión de talleres. También tenemos contacto diario con nuestra escuela, con nuestros colaboradores y con la gente con la que desarrollamos proyectos paralelos. Cada día van surgiendo nuevos proyectos que hacen que vayamos improvisando un poco sobre la marcha”.
“Para mí el talento es la gente que se supera día a día, que afronta sus miedos y que está en una evolución constante”
De hecho, reconoce que se deja llevar por lo que la vida y las conexiones le van poniendo en su camino: “Quizá las cosas las he hecho porque no las he pensado demasiado, simplemente me apetecía hacerlas. Cuando trabajaba en Inditex empecé con la marca, de manera anecdótica al principio, pero luego se fue consolidando”. Y la curiosidad, apunta, es su motor: “Soy bastante curioso y casi todas las disciplinas me llaman la atención. Me inspira el mundo del diseño en general, con mención especial a las líneas arquitectónicas depuradas. El deporte también es algo que me inspira y que necesito en mi día a día para empezar con buena energía”.
Si por algo destaca Pablo es por su visión de negocio. “Siempre digo que no soy un diseñador, sino un director creativo que abarca muchas más cosas. Creo que es muy importante que la parte empresarial se entienda, sobre todo porque te ayuda a tener otra visión”, destaca. Respecto a sus planes de futuro, solo le guía un mantra: evolucionar: “Con el tiempo he aprendido a no pensar tanto en el futuro. Espero seguir conociendo a gente para crear nuevos proyectos y sinergias. En definitiva, seguir creciendo". Algo que asocia incluso al concepto mismo de talento: “Para mí el talento es la gente que se supera día a día, que afronta sus miedos y que está en una evolución constante”.