Maite Casademunt
Un legado a preservar
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Con solo 19 años, Maite empezó a trabajar junto a su madre, Lola Casademunt, y mano a mano construyeron una marca de moda que se ha convertido en una de las más reconocidas del país. Tras el fallecimiento de su madre el pasado 30 de diciembre, la diseñadora afronta su desfile en la MBFWMadrid con unos propósitos claros: preservar su legado, honrar su esencia y mantenerse a su altura.
La moda española despidió el 2024 con una triste noticia, el fallecimiento de Lola Casademunt. Una mujer que, en 1981, comenzó creando accesorios para el pelo en el sótano de su casa en Cardedeu (Barcelona) y que, en 2018 —con 87 años—, se retiró dejando a los mandos de una de las grandes marcas de moda del país a la protagonista de esta entrevista, su hija: Maite Casademunt (Cardedeu, 1970). “El sector de la moda le ha dado una superdespedida a mi madre —reconoce—. Han dicho cosas tan increíbles de ella que pienso que ahora sí que tenemos que trabajar duro para estar a la altura de su figura”. Este fin de semana tendrá la oportunidad de demostrarlo en la MBFWMadrid —evento patrocinado por Iberia—, donde Lola Casademunt by Maite presentará su nueva colección, Deauville. “Es la reinterpretación de un estilo costero relajado típico de Normandía con un giro chic y sofisticado. ¡Creo que os va a encantar!”, confiesa. Maite, que desde muy joven entró a trabajar con su madre y se convirtió en la otra gran artífice del crecimiento de la marca, es ahora la persona llamada a preservar su legado: “La esencia de mi madre era la artesanía y la tradición que atesoraba en sus manos. Todo lo que hacía con la pedrería o los bordados, por ejemplo, daba un punto diferencial a nuestras prendas”.
Tu madre comenzó creando accesorios en el sótano de su casa en 1981. Como testigo de la increíble evolución de la marca, ¿qué sientes cuándo miras atrás?
Me siento muy orgullosa de mi madre y de los orígenes de la marca. Por la valentía que tuvo de emprender siendo una mujer viuda con cuatro hijos. Siempre digo que la necesidad espabila y ella tuvo que sacar adelante un negocio y una familia. Desde entonces, han sido más de 40 años trabajando de sol a sol, incansablemente, para hacer crecer la empresa y me siento muy satisfecha de todo lo que hemos conseguido.
Con solo 19 años comenzaste a trabajar para la marca. ¿Siempre tuviste claro que querías seguir los pasos de tu madre?
Sí, desde pequeña tuve instinto para la moda. Me asomaba a los escaparates de las tiendas de ropa y me encantaba lo que veía, tenía ilusión por comprarme esto y lo otro. Además, era la menor de mis hermanas y, cuando empezaron a trabajar y a comprarse ropa superchula, me colaba en sus armarios para ponérmela. Salía con ropa diferente a la que llevaba gente de mi edad, marcando estilo. Cuando empecé, mi sueño era convertir una empresa de accesorios en una empresa de moda.
“Mi madre se retiró siendo muy mayor y aprendí de ella hasta el final. Tuve una gran maestra, fue un máster de vida”
En 2018 te pusiste al frente de Lola Casademunt. ¿Cómo fue asumir la responsabilidad y liderar el relevo generacional?
Fue algo muy orgánico porque llevaba trabajando codo con codo con mi madre desde los 19 años. Sabía que el día que diera un paso atrás la responsabilidad recaería en mí y a menudo pensaba en qué ocurriría cuando no estuviera. Mi madre se retiró siendo muy mayor y aprendí de ella hasta el final. Tuve una gran maestra, fue un máster de vida.
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Las prendas de Lola Casademunt van dirigidas a una mujer fuerte, estilosa y con carácter. © Cortesía de Lola Casademunt
Tras el fallecimiento de tu madre, publicaste en redes: “Su legado perdurará siempre en cada prenda, en cada detalle y en la esencia de lo que somos”. ¿Cuál es ese legado?
Te voy a leer uno de los mensajes que recibimos tras su fallecimiento: “Lola Casademunt fue una pionera por su capacidad para convertir su visión en realidad y su legado no es solo el de una marca reconocida internacionalmente, sino el de una persona que nos enseñó a superar los desafíos con creatividad, valentía y elegancia”. Qué bonito que alguien del sector de la moda escriba algo así sobre mi madre, ¿no? También se acordaron de ella grandes diseñadores, como Teresa Helbig, Lorenzo Caprile o Modesto Lomba.
¿Cómo ha logrado Lola Casademunt preservar su esencia en un entorno tan competitivo y cambiante como el de la moda?
Como directora creativa siempre pido que cada una de nuestras piezas tenga algo especial, algo que las haga diferentes. Lola Casademunt es una marca reconocible, con un ADN propio y una manera de ser que la hace única. Tenemos admiradores y detractores, pero no dejamos indiferente. Me hace muchísima ilusión cuando mujeres superestilosas y con carácter me confiesan que son fans de nuestra marca.
“Siempre digo que tenemos que vender seguridad, porque sentirse bien con uno mismo genera felicidad. Decidir qué te pones cada día es algo muy emocional”
El empoderamiento femenino es uno de los mantras de Lola Casademunt. ¿A qué tipo de mujer queréis representar?
Para nosotros no es una cuestión de edad, es una cuestión de actitud. Queremos representar a una mujer a la que le gusta sentirse única, especial. Alguien que no quiere dejar indiferente. Siempre digo que tenemos que vender seguridad, porque sentirse bien con uno mismo genera felicidad y una persona así irradia luz. Decidir qué te pones cada día es algo muy emocional.
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El crecimiento de la marca Lola Casademunt durante los últimos años ha sido imparable. © Cortesía de Lola Casademunt
¿Cómo afecta a una marca como la vuestra el fenómeno de la fast fashion [moda rápida]?
Nosotros no podemos competir con ese tipo de marcas, ni a nivel de precios ni de márgenes, pero tampoco lo pretendemos. A mí me gusta darle un toque diferencial al producto y no soporto cuando me dicen que algo no entra por precio. Para crear algo especial, para que surja la magia, necesito poder elegir los materiales sin limitaciones. Nosotros creemos en la calidad y buscamos otro tipo de cliente. Además, nos hemos dado cuenta de que cada vez más gente busca piezas especiales, algo con lo que dar un punto diferencial a su look y ahí es donde nos vienen a buscar. Hay mercado para todos.
“El talento español merece mayor reconocimiento del que tiene. Antes ibas por Europa y alucinabas, pero ahora veo tanto o más talento en España”
La marca Lola Casademunt vive un gran momento, ¿cuáles son las claves de ese éxito?
Yo misma alucino con todo lo que estamos haciendo. ¡Y tan diferente entre sí! El año pasado colaboramos con el Reina Sofía, con la Copa América de Vela y con Peppa Pig. ¿Cómo podemos pasar del arte al deporte y de ahí a algo infantil? Tenemos una transversalidad brutal y eso me encanta. Creo que la clave del éxito es trabajo, trabajo y un poquito más de trabajo, pero también ponerle mucha pasión y aprovechar todas las oportunidades que se presenten. No hay nada como proponerse un objetivo, pero para abordarlo hay que rodearse de un gran equipo y en Lola Casademunt lo tenemos.
Desde tu experiencia, ¿qué imagen tienen en el extranjero del talento de la moda española?
El talento español merece mayor reconocimiento del que tiene. Antes ibas por Europa, a Francia o Italia, y alucinabas, pero ahora veo tanto o más talento en España. Nos falta creérnoslo. Para eso es importante crear industria, darnos la mano y sentir orgullo de pertenencia. A veces pienso que somos demasiado individualistas y lo que tenemos que hacer es ser más compañeros, hacer piña y salir a triunfar, que es lo que nos merecemos.