Josefa Ros Velasco

La enfermedad del aburrimiento

13 Enero 2023 Por Rosario Fernández
Josefa Ros Velasco, Premio Nacional de Investigación 2022 por sus estudios sobre el aburrimiento
Josefa Ros Velasco, Premio Nacional de Investigación 2022 por sus estudios sobre el aburrimiento. © Mariana Frutos

El aburrimiento es negativo porque genera malestar, pero, al mismo tiempo, entraña su parte positiva: nos anima a dar el siguiente paso y a crecer como personas. Esa es, a grandes rasgos, la conclusión de Josefa Ros Velasco, Premio Nacional de Investigación 2022 por, precisamente, sus estudios sobre un mal que afecta, aunque de diferentes formas, a todos los seres humanos.

La filósofa Josefa Ros Velasco (Murcia, 1987) lleva años estudiando el aburrimiento, un trabajo que, en 2022, le valió el Premio Nacional de Investigación otorgado por el Ministerio de Ciencia e Innovación. La autora de La enfermedad del aburrimiento y fundadora de la International Society of Boredom Studies, la primera asociación científica y cultural del mundo para el estudio del aburrimiento, ha puesto el foco, especialmente, en sus efectos y consecuencias en las residencias de mayores.

“No queremos admitir que las cosas nos aburren porque está mal visto, pero tenemos que superar esa vergüenza”, señala Josefa. En su opinión, tenemos miedo de que los demás nos señalen y piensen que si nos aburrimos es porque carecemos de talento, somos escasamente creativos o tenemos poco mundo interior. Por esa razón, anima a todo el mundo a expresar con libertad y naturalidad su aburrimiento: “Tenemos que ser conscientes de que hablar de lo que nos aburre es la única forma que tenemos para cambiarlo”. Ella lo hace desde hace años.

¿Aburrirse es malo o tiene algo de positivo?
Aburrirse es malo porque es una experiencia que nos provoca malestar. Pero también es positivo porque nos anima a dar el siguiente paso. Es la forma que tenemos de explorar un infinito horizonte de posibilidades. Si no sintiésemos aburrimiento por ciertas cosas que experimentamos en nuestro día a día, nos quedaríamos estancados. Nos hace crecer como personas.

“Si no sintiésemos aburrimiento por ciertas cosas que experimentamos en nuestro día a día, nos quedaríamos estancados”

¿Se puede vivir eternamente aburrido?
Sí, hay personas que siempre están aburridas. Quienes nos aburrimos con normalidad diseñamos en nuestra mente estrategias de huida, pero hay gente que se queda atrapada en ese estado. Es un aburrimiento crónico y depende de las condiciones del individuo. A veces sabemos lo que tenemos que hacer para dejar de aburrirnos, pero no siempre podemos ponerlo en práctica. Cuando una persona se queja de sufrir aburrimiento un día tras otro es probable que se encuentre en contextos que le impiden dar rienda suelta a su creatividad.

¿El aburrimiento puede llevar a la depresión?
Cuando no podemos salir de ese estado de aburrimiento crónico, reaccionamos de manera extrema, lo que se suele traducir en comportamientos disfuncionales. Se ha estudiado la relación del aburrimiento con la depresión, o con las adicciones, y eso es lo que realmente nos preocupa a los que investigamos este campo. En las residencias de ancianos, por ejemplo, ese aburrimiento al principio se manifiesta en tristeza, en no involucrarse en actividades o en desinterés por el mundo exterior. Pero cuando se prolonga se producen conductas autolesivas, los mayores dejan de comer o evitan la medicación.

“No debemos llenar el tiempo con lo primero que tenemos a mano para no pensar demasiado, porque eso, al final, nos acaba traicionando”

¿Hay alguna receta mágica contra el aburrimiento?
Ojalá la hubiese. El aburrimiento se da de una forma distinta en cada persona, lo que impide que haya una receta mágica. Garantizar que nuestro tiempo libre lo invertimos de forma significativa pasa por el ejercicio de pensar, de estar con uno mismo y conocerse. Cuando sintamos aburrimiento, debemos quedarnos un ratito con él, analizar por qué nos ocurre en esa circunstancia y tratar de dar con actividades que realmente den sentido a nuestra vida para no acomodarnos. No debemos llenar el tiempo con lo primero que tenemos a mano para no pensar demasiado, porque eso, al final, nos acaba traicionando.

Vivimos en una sociedad en la que parece que hay que estar siempre ocupado y haciendo cosas productivas. Sin embargo, a veces sentimos la necesidad de no hacer nada. ¿Eso es un problema?
En absoluto. Estar sin hacer nada, si así lo has elegido, no es sinónimo de aburrimiento. Estar tumbado en el sofá con tus pensamientos, por ejemplo, es maravilloso. El aburrimiento surge cuando tenemos que estar sin hacer nada por obligación. Y otras veces nos aburrimos haciendo cosas porque puede que no sean significativas. Lo que realmente queremos es tiempo libre, porque el ser humano se realiza tanto en el estar como en el hacer. Somos conscientes de que tenemos un tiempo de vida limitado y nos vemos instados a emplearlo haciendo cosas porque la quietud es similar a la muerte, pero estas han de tener algún significado porque hacer por hacer también provoca malestar.

¿Son las redes sociales una válvula de escape al aburrimiento?
Completamente. Si las usamos de forma responsable, las redes sociales son una bendición. Son una pequeña píldora para no aburrirnos en tiempos cortitos, como en la cola del súper, donde estamos obligado a no hacer nada. Lo denomino fast entertainment [entretenimiento rápido]. Pero, si esperamos que esas pequeñas píldoras sean capaces de satisfacernos durante un periodo prolongado de tiempo, nos vamos a llevar una decepción porque para llenar nuestra vida necesitamos algo más.

“Las personas con talento y con propensión a la creatividad son capaces de hacer un mejor uso del aburrimiento que el resto”

¿El talento es amigo o enemigo del aburrimiento?
Yo diría que es amigo. Todos hemos escuchado aquello de que el aburrimiento es bueno porque nos hace ser más creativos e inteligentes. No es estrictamente cierto. La mayoría de nosotros no nos movemos ni un ápice de nuestra zona de confort a la hora de buscar remedios a nuestro aburrimiento y recurrimos a lo sencillo, como las redes sociales. Lo que sí es cierto es que las personas con talento y con propensión a la creatividad son capaces de hacer un mejor uso del aburrimiento que el resto. A mayor nivel de talento, mayor facilidad para que tus respuestas frente al aburrimiento sean más funcionales, positivas y constructivas.

Para finalizar, dinos una película y un grupo de música con los que tú le dices adiós al aburrimiento…
La película es Shutter Island, con Leonardo Di Caprio. Para evitar el aburrimiento, una película no solo ha de ser estimulante, sino que tiene que guardar sorpresas y mantener la atención del espectador. Y esta lo reúne todo, ya que si la ves por primera vez es una película y si te la pones una segunda ves otra totalmente distinta. Es maravilloso porque el aburrimiento viene de la repetición. En cuanto a música, el que lleva más de 20 años aliviando mi aburrimiento es Marilyn Manson. De hecho, mi libro, La enfermedad del aburrimiento, comienza con una cita suya.