Salva Espín

Como si de un juego de niños se tratase: de la mente al papel gracias a unas manos privilegiadas y una creatividad desbordante, los superhéroes se suceden en los blocs de Salva Espín (Murcia, 1982) sin descanso. Es la forma en la que Salvador Espín da vida a las historias más espectaculares de Marvel y otros universos para satisfacer la incesable necesidad de entretenimiento de los fans. Con su creciente visibilidad —su paso por varios programas de televisión le ha convertido en un personaje reconocido por el gran público—, el murciano ha ampliado su capacidad artística y ya trabaja en proyectos de animación y videojuegos. Un artista en mayúsculas que nos cuenta su historia como sólo él sabe, detallada y minuciosamente.

Eres toda una leyenda en el mundo de los cómics y los superhéroes, pero para los que no te conozcan, ¿quién es Salva Espín?
A nivel formal, Salva Espín es artista. Me dedico a través de mi arte a representar mis propias ideas en los cómics, a poner en imágenes ideas del mundo del entretenimiento, sobre todo de acción y fantasía, que casualmente son mis dos pasiones. En definitiva, soy una persona que ha conseguido dedicarse a lo que le apasiona.

¿Cómo comenzó tu pasión por el dibujo?
Tiene que ver mucho con mis padres. A mi madre siempre le ha gustado todo lo relacionado con las manualidades: cursos de pintura, acuarela, etcétera, a las que me apuntaba con ella. Por su parte, mi padre siempre ha sido muy aficionado a los cómics, las películas de acción y las artes marciales. He crecido rodeado por el arte y la creatividad. Tener esos referentes, además del apoyo de los dos cuando empecé a interesarme por el mundo del dibujo, potenció desde pequeño mi curiosidad y mis habilidades.

“He crecido rodeado por el arte y la creatividad, lo que ha potenciado desde pequeño mi curiosidad y habilidades”

Un chico de Murcia se convierte en uno de los dibujantes más prolíficos de un universo como es Marvel. Se dice pronto. ¿En qué momento te diste que cuenta que podías lograr algo así?
Diría que hubo dos momentos. El primero fue durante mi adolescencia, cuando descubrí que había españoles dibujando en Estados Unidos. Sus nombres aparecían en las cabeceras. ¿Cómo se conseguía eso? Me encontré un libro de bocetos de Carlos Pacheco que explicaba su proceso creativo. Era una realidad que jamás me había imaginado, un mundo mágico que llevaba nombre español. Con esa motivación tuve siempre en mente que quería y podía vivir de esto. El segundo fue cuando el editor de Marvel me entrevistó para trabajar con ellos nada más terminar mis estudios. Le llevé bocetos de superhéroes y un proyecto editorial en el que había tres o cuatro páginas terminadas. Al editor le gustó más el proyecto, su estilo y narrativa que los bocetos. Eso me enseñó de golpe mucho más de la industria y de la ilustración que lo que había aprendido hasta ese momento.

¿Cómo es ese proceso desde que te llega el guion hasta que le das vida con tus dibujos?
Artísticamente estoy formado y preparado para hacer todo el proceso de creación: guion inicial, boceto, entintado y textos finales. Pero Marvel es una editorial muy grande, con muchos personajes y con una responsabilidad enorme hacia sus lectores. Hay muy poco tiempo para producir y se establecen equipos creativos en los que cada persona está especializada en una etapa. Yo me encargo de la parte del boceto y el entintado, que no es poco. Al final mi trabajo consiste en ser el director de actores, de fotografía, de diseño, de producción y, en definitiva, de la película.

“Todo lo que me pasa durante el día acaba siendo parte de mi obra. Hasta el sabor de lo que he desayunado influye en mis dibujos”

El murciano se ha convertido en uno de los ilustradores oficiales de Deadpool (derecha), siendo así el personaje al que tiene más cariño. © Salvador Espín

El proceso de ilustración requiere de muchas horas y de una coordinación impecable con el guionista para dar con las mejores viñetas. © Salvador Espín

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¿Y cómo nutres y desarrollas continuamente tu talento? ¿Hay alguna fuente constante de inspiración que impulse tu creatividad?
Todo lo que me pasa durante el día influye o acaba siendo parte de mi obra, tanto a nivel creativo como productivo. Si nos centramos en lo primero, hasta el sabor de lo que he desayunado influye en mis dibujos. Obviamente toda la documentación, referencias artísticas e información nueva sobre superhéroes o videojuegos supone el grueso de mi fuente de inspiración, pero hay veces en las que los detalles externos marcan la diferencia.

En tu opinión, ¿cuál es la clave para que tus creaciones conecten con el público?
Más allá de tener ojo artístico y profesional soy un auténtico fan de los personajes que hago, por eso es fácil saber lo que otro fan podría esperar de sus superhéroes favoritos. Siempre busco crear un cómic que a mí me gustaría leer.

¿Es complicado lograr el equilibrio entre las exigencias de la industria y la fidelidad a tu estilo personal?
Sí, cuando trabajo en un cómic para Marvel soy consciente de que formo parte de un equipo creativo. Tengo cierta libertad para hacer toda la parte que me corresponde, pero siempre teniendo en cuenta unos códigos profesionales estrictos y respetando profundamente la labor del guionista. Y precisamente por esas limitaciones creativas, cuando quiero explorar todas mis capacidades emprendo mis propios proyectos personales, como podría ser Sargento Resines y otras iniciativas que tengo en marcha.

"Soy un auténtico fan de los personajes que hago, por eso es fácil saber lo que otro fan espera de sus superhéroes favoritos. Siempre busco crear cómics que a mí me gustaría leer"

¿Y cuáles son tus próximos proyectos? ¿En qué estás trabajando?
Al proyecto que más esfuerzos estoy dedicando en estos momentos es al de la producción de videojuegos. Espero que, en aproximadamente un año, pueda sacar un videojuego en el que ya llevo trabajando dos. También me gustaría hacer algo de animación. Y, por último, quiero desarrollar algún personaje propio en el que pueda explotar más toda la creatividad que, a veces, viene limitada por las editoriales o multinacionales.

¿Qué les dirías entonces a aquellos que están empezando y a los que les gustaría convertir el dibujo en su modo de vida?
Es cierto que es difícil crearse una carrera laboral en este mundo, pero no podemos obviar que hoy es más fácil que nunca darte a conocer. Internet facilita el acceso a las editoriales de mayor renombre y también crear una carrera propia con editoriales de menor tamaño. Por tanto, teniendo en cuenta este contexto, yo lo que recomendaría es empezar a trabajar cuanto antes en un estilo propio, una dinámica de trabajo propia y obligarse a crear arte final. Hay que echar muchas horas.

Por último, ¿sabrías definir qué es el talento para ti?
El talento es un don que hay que tratar con responsabilidad. Es la habilidad innata para hacer bien algo concreto. Yo no tengo talento para muchas cosas, pero sí para dibujar. Eso sí, sin trabajo no es nada. El talento es un músculo que hay que entrenar con trabajo, solo así se puede desarrollar.