Sergi Bruguera
El timón de España para la Copa Davis
Eligió el tenis como modo de vida. Quizás no lo supo la primera vez que cogió una raqueta, pero desde que Sergi Bruguera dio su primer golpe, el talento para este deporte afloró en él. Ahora, como capitán de España para la Copa Davis, el gran referente del tenis español de los años 90 repasa su exitoso pasado y, sobre todo, el presente y el futuro de este deporte en nuestro país.
Nadie duda de que Nadal será el buque insignia del equipo español para esta Copa Davis, como tampoco nadie pondría en tela de juicio que el resto del equipo ofrece las máximas garantías, con los nombres de Bautista, Carreño, Feliciano y Granollers. Un conjunto al que ha dado forma Sergi Bruguera (Barcelona, 1971), actual capitán del combinado nacional, quien agarra el timón de la armada cargado de optimismo para guiarla hacia una nueva ensaladera. “Tenemos un equipo muy bueno y con mucho carácter que me hace ser muy positivo”. Eso sí, “será un torneo muy difícil porque jugamos en superficie dura y cubierta”.
La nueva Copa Davis, que se estrena este año en Madrid (siendo esta la única sede) entre los días 18 y 24 de noviembre, aterriza con polémica por su novedoso formato. La fase final de esta mítica competición contará a partir de este año con 18 naciones divididas en seis grupos de tres equipos cada uno, menos partidos (dos individuales y uno de dobles) y más cortos (pasa de cinco a tres sets). “Me parece muy atractivo poder ver a todos los mejores jugadores de cada país compitiendo en una misma semana. Lo que más me gusta es que, con este formato, hay muchísimas posibilidades de ver a los números uno de cada país”. Sin embargo, el catalán también reconoce que, como a todos los cambios, “costará un poco adaptarse al principio”. Además, el equipo cuenta con un obstáculo añadido: haber quedado encuadrados con Croacia —vigente campeona— y Rusia. El grupo, para el entrenador, “mas difícil, y del que podría perfectamente salir el ganador, sin descartar otros equipos muy competitivos como Francia o Serbia”.
“No poder jugar en tierra batida nos perjudica. Afortunadamente, cuento con un equipo muy amplio con grandísimos jugadores”
Otra de las novedades que ofrece esta nueva Copa Davis es la superficie, la cual ya no es escogida por el país anfitrión. “No poder jugar en tierra nos perjudica. La pista dura y cubierta es la peor superficie para nosotros, lo cual es un hándicap muy importante”. No obstante, no competir sobre arcilla —donde España es la potencia hegemónica— no desanima un ápice ni al capitán ni a sus pupilos. “Afortunadamente, cuento con un equipo muy amplio con grandísimos jugadores”, recuerda Bruguera. Además, apunta que una de las notables diferencias con respecto a su época de jugador es que “ahora todas las superficies son prácticamente lo mismo de cara al estilo de juego de los tenistas”.
El tenis desde la pista y desde el banquillo
El propio Bruguera fue uno de los muchísimos talentos nacionales forjados sobre la tierra batida. Conquistando la tierra batida París en dos ocasiones y de forma consecutiva –en 1993 y 1994–, rompió una sequía de 18 años en los que ningún tenista español ganaba Roland Garros. Ahora, como entrenador y capitán, el prisma desde el que vive el tenis es muy diferente. “No se puede comparar la perspectiva que tienes siendo capitán con la del jugador. Desde fuera, es mas fácil analizar y ver lo que está pasando, pero, por el contrario, al no estar dentro de la pista, mi margen de acción es mucho menor. Siempre podré hacer menos que el tenista”, sentencia.
Los retos, como técnico, también son otros. Ya no tiene que restar saques vertiginosos ni subir esprintando a la red para salvar dejadas, sino que plantea estrategias para un tenis que en las últimas décadas ha evolucionado. “En la actualidad hay jugadores de dos metros que se mueven como uno de 1,80 centímetros. A esto se suma la suerte y, a la vez, el problema de tener que hacer un equipo en el que dejo fuera a jugadores muy válidos que me encantaría que estuviesen”, dice.
Los herederos de la generación actual
Con sus dos títulos de Grand Slam, además de otra final en París y un subcampeonato en los JJ. OO. de Atlanta, aquel joven de melena noventera reabrió el camino a los muchísimos tenistas españoles que, desde entonces, coleccionan trofeos para nuestro país. Precisamente, a algunos de esos jugadores también les ha podido enseñar o ayudar desde el banquillo con su experiencia. “Haber tenido a Ferrer en el equipo nacional ha sido un lujo increíble para el tenis español. Por otro lado, Nadal es, para mí, el mejor de la historia y no creo que nadie se le pueda acercar”.
“Hay muy buenos jugadores que vienen con gran potencial para darnos muchas alegrías en el futuro”
¿Y después de ellos qué? Ferrero, Arancha Sánchez-Vicario, Moyá, Garbiñe Muguruza, Nadal…. Durante los últimos 30 años nombres como estos han ido cogiendo el testigo que un día sostuvo Bruguera. Sin embargo, con la generación actual superando la treintena en la mayoría de casos, son muchos los que se hacen esa pregunta. “Pienso que comparar a los nuevos tenistas españoles que vayan saliendo con Rafa o con los demás sería un grave error. Lo que sí creo es que hay muy buenos jugadores que vienen con gran potencial para darnos muchas alegrías en el futuro”, responde. Palabra de capitán.