Nicola Kuhn
Una historia de superación
Durante las últimas tres décadas España se ha asentado como una de las potencias tenísticas a base de producir talentosos jugadores. A los Bruguera o Sánchez-Vicario les siguieron Ferrero y Moyá, entre otros, y después cogieron el testigo Nadal, Muguruza y compañía. Pero, ¿y el futuro? Muchos señalan ya al joven Nicola Kuhn como el próximo estandarte de las nuevas generaciones.
Sus ojos claros y su cabello rubio son característicos de Austria, donde nació Nicola Kuhn en el año 2000. También son rasgos físicos comunes en Alemania, país de su padre y al que defendió en competiciones juveniles, o de Rusia, tierra que vio nacer a su madre. Sin embargo, Nico, alicantino de adopción desde que se mudó con tres meses a Torrevieja, se siente español por los cuatro costados.
Tras un 2018 marcado por las lesiones, a inicios de año ganó su primer partido en un torneo de Grand Slam (en el Open de Australia) y su nombre ya figura en la ATP como profesional, siendo el actual número 178 del mundo. También en 2019 ha logrado su segundo título ATP Challenger en El Espinar (Segovia), al igual que hicieron en su día Nadal o Feliciano López y que suma a un grueso palmarés como junior: ha sido número 1 del ránking de Tennis Europe, MVP de la Copa Davis en 2016, campeón en dobles y subcampeón individual en Roland Garros en 2017. Y esto no acaba aquí: el fenómeno Nicola Kuhn no ha hecho más que empezar.
Tu nombre lleva cierto tiempo sonando como una de las promesas del tenis mundial. ¿Sientes presión por ello?
Es algo que me pasa desde pequeño. Aún así, no me considero más que nadie y, sin lugar a dudas, aunque tu nombre aparezca mucho en los medios y en el mundo, si no te pones a trabajar desde el primer día, todas esas aspiraciones desaparecen y los rivales te pasan por encima.
¿Consideras que tienes un talento especial para este deporte?
Afortunadamente, el talento no es algo que marque 100% la diferencia en este deporte. Tienes que entrenar mucho para conseguir lo que quieres y poder dedicarte a lo que te apasiona. Sí considero que puedo tener algún talento que marque esa diferencia, pero ni mucho menos es decisivo para dar el salto al profesionalismo.
“Me metí tanta presión a mí mismo que me llevó a no disfrutar del tenis, a sufrir al entrar en la pista o cuando tenía que cerrar un set”
¿Cómo valoras este año 2019 en el que has ganado el Open de El Espinar en Castilla y León?
No ha sido un año fácil. Salí de las lesiones del 2018 mermado física y psicológicamente. Me metí tal presión a mí mismo que me llevó a no disfrutar del tenis, a sufrir cada vez que tenía que entrar en pista o cuando tenía que cerrar un set. Podría decirse que esta presión me hizo dar un paso adelante y tomar ciertas decisiones en mi vida que me llevaron a cambiar la forma de ver y hacer las cosas, y a día de hoy he vuelto a disfrutar de este deporte y a ser feliz. La muestra de que esto funcionó vino durante el Open de El Espinar, donde me sentí realmente cómodo jugando ante un público que me apoyó desde el primer momento. Espero que la RFET siga haciendo fuerza para que torneos como este puedan seguir celebrándose muchos más años.
Como bien dices, las lesiones que sufriste en 2018 truncaron de algún modo tu progresión. ¿Dirías que ha sido esta la etapa más complicada de tu carrera?
Las lesiones y cómo lidiar con ellas nunca es fácil y, en mi caso, como comentaba antes, me ayudaron a hacer cambios en mi forma de juego y de vida para intentar sobrellevarlas lo mejor posible. Ha podido ser un momento amargo, pero del que he aprendido y del cual espero salir mucho más reforzado.
Comenzaste representando a Alemania en categorías inferiores y hasta que no obtuviste la nacionalidad no pudiste jugar con España. ¿Por qué escogiste representar a nuestro país antes que jugar para Alemania?
Aunque también tengo pasaporte alemán, he vivido en España desde que tenía solo tres meses. He pasado la mayor parte de mi vida aquí, donde también viven mis padres y tengo a mis amigos. Aun habiendo nacido fuera, me siento español y por ello decidí, gracias también al esfuerzo que realizó el Consejo Superior de Deportes, elegir España.
¿Cuál es tu superficie para el juego preferida?
He pasado la mayor parte de mi vida entrenando sobre tierra batida pero, viendo los resultados que he obtenido en los últimos años, creo que la pista dura puede ser la que mejor se adapte a mi estilo de juego.
¿Con quién te identificas más del Big Three del tenis actual (Rafa Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic)?
Creo que con Djokovic. Al igual que él, pienso que mi mejor golpe es el revés, es con el que más consigo dominar el juego. Igualmente, creo que él se defiende mucho mejor en pista rápida que en el resto de las superficies, por lo que, salvando las distancias, creo que mi juego se parecería más al suyo que al de Nadal o Federer.
¿Qué podemos esperar de Nicola Khun para el 2020?
Pasado el 2018 decidí marcarme mis siguientes pasos con calma y centrarme más en el día a día. El objetivo continúa siendo el mismo, aunque tarde más o menos tiempo: meterme en el mundo profesional y poder dedicarme al tenis durante toda mi carrera deportiva. Si se cumple en 2020, genial. Si no, habrá que seguir luchando para conseguirlo en los próximos años.
¿Un sueño por cumplir? ¿Ganar la Copa Davis con España, conseguir un Grand Slam, un oro olímpico…?
Ganar cualquiera de los torneos que señalas sería un sueño, ya no solo para mí, sino para tantos otros jugadores que ya están compitiendo en el circuito profesional al más alto nivel. En los últimos años hemos visto mínimas rotaciones en los primeros puestos del ránking, con un circuito que ha estado gobernado firmemente por Nadal, Federer, Djokovic y Murray. Si pudiera conseguir cualquiera de esos trofeos, cumpliría un grandísimo sueño.