Jorge Campillo

Camino a Dubái

7 Octubre 2022 Por Carmen R. Cuesta
Jorge Campillo, golfista español
“Al final el golf son pequeños matices que te hacen estar arriba o no”, asegura el golfista cacereño Jorge Campillo. © Imagen cedida por Jorge Campillo

El golfista extremeño llega al acciona Open de España —un torneo que, afirma, siempre es especial— tras una temporada en la que ha finalizado cuarto en el Omega European Masters y noveno en el Italian Open. ¿Sus objetivos? Clasificarse para la final de Dubái, asegurarse su participación en el Open británico en 2023 y, sobre todo, seguir disfrutando de un juego que le apasiona.

Jorge Campillo (Cáceres, 1986) empezó a jugar al golf, cuenta, como miles y miles de jugadores aficionados en cualquier campo del mundo: en familia. “Tendría tres o cuatro años: mi padre empezó y yo simplemente me uní”, explica. El juego le enganchó desde el primer momento. El paso a profesional, y a ser una de las caras más reconocibles del DP World Tour —el circuito europeo—, estuvo precedido por una carrera fulgurante como jugador amateur y por sus estudios en la Universidad de Indiana en Estados Unidos.

“Siempre me atrajo la idea de ser golfista profesional. Nunca pensé que lo conseguiría por la alta competencia, pero cuando estaba en tercer año de carrera me di cuenta de que podía darme una oportunidad”. Los inicios de Jorge Campillo estuvieron marcados por el ejemplo de grandes jugadores españoles: “Mi ídolo siempre ha sido Ballesteros. Aunque también me he fijado en jugadores como Olazábal o Sergio [García]… Por cercanía siempre miras a los de tu país”.

El presente del golf español debe mucho a todos los niveles, opina el cacereño, a esos jugadores que abrieron camino a nivel mundial. “El golf siempre se nos ha dado bien a los españoles. En todas las décadas ha habido un referente, y en la actual tenemos a un fenómeno como Jon Rahm. No sé por qué [ríe], pero algo de talento innato tenemos los españoles para jugar al golf”. “En un deporte tan técnico como el golf —reflexiona—, quizá el talento resida en tener una habilidad especial. El trabajo es necesario y se pueden logar muchas cosas con esfuerzo, pero es imprescindible ese talento: si no se tiene es complicado ser profesional y mantenerse”.

“No sé por qué, pero creo que algo de talento innato tenemos los españoles para jugar al golf”

Precisamente, competir durante años al ritmo que exige el circuito hace necesaria una preparación exhaustiva, pero, ¿qué es lo que hay que entrenar más? ¿Cómo se enfoca esta preparación? “Es una buena pregunta. Lo que más preparo es la parte técnica. Luego ya están la parte física y mental, que juegan un papel importante. La primera me cuesta un poco, pero la tengo en cuenta para estar en forma, no cansarme mucho y prevenir lesiones. Respecto a la segunda, hay que estar muy preparado”.

Los golfistas profesionales, explica, viven gran parte del año fuera de casa, viajando cada semana a distintos torneos, y el estar lejos de la familia, unido a la presión de la competición, pasa factura en ocasiones. Por eso remarca la importancia de una buena salud mental para competir a un nivel tan alto: “En un deporte como el golf, es importante controlar la cabeza. En mi caso, con los años de experiencia he sabido gestionar la parte mental un poco más. Aun así, sigue siendo bastante complicado. Lo más difícil ahora mismo es gestionar tanto viaje sin mi hija; siempre tengo ganas de volver a verla”.

“Con los años ya sabes todo lo que se te viene encima. Pese al ritmo que llevamos, siempre te da tiempo a ver algo, a visitar algún lugar o a salir a cenar”, asegura. Planificar la temporada entra dentro de esa preparación, además de jugar con los tiempos para poder disfrutar de los viajes y de la familia. “Soy abonado de Iberia [ríe]. Me gustaría tener alguna milla menos en mi tarjeta de pasajero, pero no me puedo quejar de la vida: me gusta mucho jugar al golf y es un lujo dedicarse a lo que a uno le gusta”.

Cuando acaba la temporada y por fin está en casa, el cacereño vuelve a su rutina: “Hago una vida bastante normal. Me levanto un poco tarde —la verdad—, voy al gimnasio, entreno por la mañana, vuelvo a casa y me voy a entrenar otra vez un poco por la tarde”. Una vida que sí le permite compaginar a diario familia y su gran pasión: “El golf significa mucho para mí a nivel personal y no imagino una vida sin él: lo ha supuesto casi todo para mí”.

La temporada 2022 y objetivos: Open de España a la vista
La carrera de Jorge Campillo se encontraba en un momento de auge en los momentos previos a la pandemia. La COVID fue un pequeño paréntesis a esa progresión, pero el golfista español mira el lado positivo: “Fue una faena. Acababa de ganar un torneo del circuito y me encontraba bastante bien, jugando muy bien. Me cortó esa inercia positiva, pero también tuve más tiempo para estar en casa y tuve a mi niña”.

La temporada 2022 está reportando alegrías a Jorge Campillo, con un cuarto puesto en Omega European Masters y un noveno puesto en el Italian Open: “Este año estoy jugando bastante bien. No sé si antes [de la pandemia] estaba mejor o no, me veo bastante parecido. Al final el golf son pequeños matices que te hacen estar arriba o no, pero yo tengo la sensación de que mi juego va por el buen camino”. ¿Un sueño? “La Ryder es la Ryder, pero no me gustaría morirme sin haber jugado Augusta”.

Jorge Campillo está entre los 40 mejores jugadores del circuito europeo este año y se marca objetivos a corto plazo: “Mis principales metas son asegurar mi presencia en la final de Dubái y, a partir de ahí, quedar entre los 30 mejores para jugar el British Open el año que viene”. Así, afronta la semana en Madrid con mucha ilusión. “El Open de España es un gran torneo. Siempre hace ilusión jugar en tu país y más en Madrid, donde siempre hay un gran apoyo del público. Contar con la presencia de amigos y familiares es un plus, aunque este año —explica con una sonrisa— coincide con la boda de una de mis primas y gran parte de la familia no podrá asistir”.