Jordi Xammar y Silvia Más
Rumbo a Japón con los JJ. OO. de Tokio en el horizonte
Cargados de sensaciones positivas tras los buenos resultados de los últimos campeonatos, Jordi Xammar y Silvia Más, patrones de las embarcaciones de la clase 470 —nombre que toma de la eslora de esta embarcación ligera de tres velas— que optan a representarnos en los Juegos de Tokio, emprenden el rumbo hacia Japón para disputar el mundial de este verano (del 15 al 22 de agosto). El objetivo es hacerse con una medalla, pero sobre todo buscarán familiarizarse y conocer las aguas en las que se celebrarán los JJ. OO. del año que viene. Ambos tratarán de romper la sequía de los últimos tiempos en una categoría donde ilustres como Theresa Zabell o Jordi Calafat cosecharon grandes éxitos para nuestra vela.
Tras los buenos resultados de Marsella, Miami, San Remo y Aarhus, ¿cómo afrontáis el Mundial de Japón de este verano?
Jordi Xammar: Es el campeonato del mundo y es la competición más importante del año. Hemos tenido una temporada muy buena y lo que realmente importa ahora es esta cita en la que debemos rendir al máximo. Aunque, sin duda, el otro gran objetivo es sacar las mejores conclusiones posibles de cara a los JJ. OO. de Tokio en cuanto al campo de regatas.
Silvia Más: El objetivo es la medalla. En cada campeonato hemos ido preparando distintas fases para llegar al mundial con todas las partes del puzle completas. Las chicas estamos muy contentas con el tercer puesto de Marsella y vamos a Japón buscando el pódium. También tenemos que aprender a aclimatarnos a las temperaturas y a las peculiaridades de Japón.
Aunque muchos éxitos de la vela española proceden de la clase 470, llevamos años sin lograr medallas en esta categoría…
Jordi Xammar: El 470 es un barco muy completo. Tiene mucha variedad de puesta a punto, pero es una nave muy difícil también. En España hemos tenido grandes regatistas como Jordi Calafat, Theresa Zabell o Natalia Vía-Dufresne. Llevamos un tiempo sin medallas porque, creo, la generación anterior, sinceramente, no trabajaba para ganar una medalla sino para estar en el top ten. Nosotros estamos al doscientos por ciento, contamos con todo el apoyo de la federación e intentaremos dejar a España muy arriba.
Silvia Más: Venimos de una sequía de medallas. Creo que Theresa y Natalia eran unas fueras de serie y eligieron el 470 por sus condiciones físicas. Tuvieron éxito porque ellas son unas auténticas máquinas. Ahora nos toca a nosotros acabar con la sequía junto a la federación. La vela es un deporte caro en el que hay que invertir mucho, sobre todo en mantenimiento y desarrollo; sin la ayuda de la federación y los patrocinadores sería imposible. Están haciendo un gran trabajo que ya se nota en los resultados.
Ambos comenzasteis con los Optimist y, tras el 420, pasasteis al 470. ¿Es esta la evolución lógica de todo regatista?
Jordi Xammar: Depende del tamaño que tengas. Si te ha ido bien en Optimist, te suele ir bien como patrón en Láser o 420. A mí siempre me ha gustado mucho el trabajo en equipo y por eso creo que el barco doble te forma mucho más como persona. El 420 era el paso natural y el siguiente, el 470.
Silvia Más: El Optimist es la base. Navegas en él hasta los 15 años y, a partir de ahí, eliges. Los dos escogimos la 420 porque es la modalidad que más se parece a la 470 a la que ambos queríamos llegar.
Ambos habéis escogido a vuestros respectivos tripulantes. Nico era rival de Jordi desde que ambos erais júnior, y Silvia rescató a Patricia de su retiro de la vela. ¿Cómo fueron estos procesos de reclutamiento?
Jordi Xammar: Fue tras los JJ. OO. de Río. Todo deportista tiene, primero, el sueño de participar en unos Juegos y, después, el de luchar por una medalla. En vela es muy complicado porque solo va uno por país, exige la máxima dedicación y casi te tiene que ir la vida en ello. Para Nico la vela era su pasión, había renunciado a muchas cosas para hacer una campaña olímpica y nunca se le había presentado la oportunidad. Él tenía ganas y por eso pensé que era el compañero ideal. También me ayudó mucho un entrenador, Pepe Lis, que era amigo de Nico. Él nos puso en contacto y dio la casualidad de que justo le llamé dos días antes de que él firmase un contrato laboral. Le llamé y rechazó la oferta, lo cual habla muy bien del tipo de persona que es y de a lo que está dispuesto a renunciar para que un proyecto salga bien.
Silvia Más: Yo empecé con otra chica que no podía compaginar sus estudios con la vela y me vi sola a mitad de temporada. A Patricia la conocía solo de vista. Para ser tripulante tienes que ser alta y contar con cierto peso; Patricia cumplía ambos requisitos y había hecho la campaña para Río, por eso la llamé. Tuve que insistir, pero nos juntamos, entrenamos dos días, competimos en Palma como invitadas y, sin conocernos, acabamos terceras. Nos entendimos muy bien. Ella es una persona de diez que hace que todo sea mucho más fácil. Transmite mucha energía positiva.
¿Cuál es el mejor momento que os ha regalado la vela?
Jordi Xammar: En mi caso, cuando supe que nos habíamos clasificado para los JJ. OO. de Río. Fue una regata muy reñida y no sabíamos quién lo había logrado hasta que llegamos a tierra. Fue un momento irrepetible.
Silvia Más: Para mí, el subcampeonato del mundo del año pasado. El nivel era muy alto, salimos el último día en cuarta posición con casi los mismos puntos que el resto de las competidoras y con un estrés brutal. Además, nuestras familias y amigos también estaban allí apoyando. Después de tanta emoción acumulada, conseguir el segundo puesto fue brutal.