Ian Tarrafeta
El cerebro de la selección
Ian Tarrafeta está llamado a liderar la selección española de balonmano durante el Mundial 2025 y sueña con seguir la estela de sus grandes referentes: Dani Sarmiento, Raúl Entrerríos o Chema Rodríguez. Sin miedo a nada y con el objetivo de pelear por las medallas, como ya hicieron en los Juegos de París donde se colgaron el bronce, los ‘Hispanos’ se presentan con ganas de plantear batalla.
20 años después de conquistar su primer Mundial (Túnez 2005), la selección española de balonmano se mantiene en la élite gracias al excelente trabajo que se realiza desde la base. Una labor que reivindica uno de los jugadores llamados a liderarla durante los próximos años: Ian Tarrafeta (Sabadell, 1999). “En España hay varias escuelas que comparten una forma de entender el balonmano —asegura—. Cuando crecemos y llegamos a la selección, nos damos cuenta de que todos tenemos el mismo balonmano en la cabeza y eso facilita las cosas”. A escasas horas de arrancar su participación en el Mundial de Noruega, Dinamarca y Croacia (14 enero-2 febrero), el central criado en el BM Granollers tiene claro el objetivo: “La idea, siempre, es seguir ampliando el palmarés de la selección española”. Ese “siempre” no es casual, sino fiel reflejo del gen competitivo que ha convertido a los Hispanos en una selección temible. En lo personal, Ian, que tendrá que dar un paso adelante y asumir mayor responsabilidad, confía en sacarse la espinita del pasado Mundial: “En el primero que disputé me lesioné en el debut, así que ahora tengo muchísima ilusión”.
España viene de colgarse el bronce en los Juegos de París, ¿cuáles son las expectativas en este Mundial? ¿Os veis repitiendo podio?
Tenemos que ir paso a paso, pero podemos fijarnos como objetivo llegar a semifinales y pelear por las medallas. Han entrado en la convocatoria jugadores muy jóvenes y con poca experiencia internacional, así que se repite la situación del Europeo 2022, cuando debuté en un gran campeonato y terminamos subcampeones.
¿Se romperá la racha danesa, vencedores en los dos últimos torneos? ¿Qué otras selecciones pelearán por el título?
Si los daneses están en plena forma siguen siendo los favoritos. Tienen a algunos de los jugadores más desequilibrantes del mundo y batirlos no será fácil. Después situaría a Francia, que siempre son candidatos por el talento y el físico que tienen. Y luego hay un grupo de selecciones que pueden llegar a semifinales: Alemania, Suecia, España, Egipto, Noruega, Croacia o Eslovenia.
Si por algo se caracteriza la selección española de balonmano es por su gen competitivo y eso se refleja en los resultados. ¿Nos tenéis malacostumbrados?
Sí, puede ser. Los Hispanos siempre competimos y lo demostramos torneo tras torneo. Se trabaja bien y el grupo está unido, y eso es muy importante para lograr buenos resultados. En los Juegos de París sacamos adelante partidos muy complicados y estuvimos a un paso de meternos en la final. Volvimos a demostrar lo guerreros que somos y el carácter que tenemos. Son las señas de identidad de esta selección.
“En los Juegos de París volvimos a demostrar lo guerreros que somos y el carácter que tenemos. Son las señas de identidad de esta selección”
¿Cómo es el ambiente en la selección de balonmano? ¿Es uno de los secretos del éxito?
Somos como una familia y todo el mundo se conoce muy bien. A los jóvenes, que ya han coincidido entre ellos de las categorías inferiores, intentamos integrarlos lo más rápido posible. Al final pasamos mucho tiempo juntos, tanto dentro como fuera de la pista, y ese es uno de nuestros puntos fuertes.
En los últimos tiempos la selección ha perdido a algunos de sus referentes, como Joan Cañellas o Jorge Maqueda. ¿Se notan las bajas de los veteranos?
Sí, se nota en la experiencia y en otros aspectos. Vamos a echar de menos el carácter de Jorge o el talentazo de Joan, pero hay que mirar para adelante. La generación de jóvenes que viene es buenísima y vamos a encontrar la manera de sustituirlos para afrontar nuevos retos. No hay otra opción. Ya ocurrió cuando se retiraron Entrerríos, Sarmiento o Aguinagalde y entramos nosotros, que seguimos cosechando buenos resultados y esperamos que ocurra lo mismo ahora.
Los hermanos Cikusa (Petar y Djordje), Víctor Romero, Ferrán Castillo o Ian Barrufet encabezan el relevo generacional. ¿El futuro del balonmano español está asegurado?
Sí, por supuesto. Son jugadores que, pese a estar aún en etapas júnior, llegan aquí y no tienen miedo a nada, se les nota el desparpajo y el carácter que tienen. Hay talento para rato. La base se trabaja muy bien, así que van a seguir llegando jugadores con un gran nivel; en ese sentido no hay que estar preocupados.
“Hay talento para rato. La base se trabaja muy bien, así que van a seguir llegando jugadores con un gran nivel; en ese sentido no hay que estar preocupados”
En la actualidad, los jugadores españoles tienen que irse lejos para triunfar. ¿Te gustaría que la Liga ASOBAL recuperara su mejor nivel y repatriara todo ese talento?
Totalmente. ¿A quién no? A todos los jugadores españoles nos gustaría estar más cerca de casa. Yo crecí viendo la ASOBAL, que era la mejor liga del mundo. Es una situación que se arrastra desde hace varios años y es una pena. Poco a poco se van consiguiendo cosas, pero no termina de arrancar. Ojalá algún día recupere el nivel que tenía.
Se van a cumplir 20 años del primer oro mundialista (Túnez 2005). ¿Cuál es la clave para que España continúe en la élite del balonmano?
Que siguen saliendo buenos jugadores. Aunque ahora nos marchemos más a jugar fuera, continuamos formándonos con una misma idea y cuando nos juntamos en la selección es muy fácil jugar; nos entendemos muy bien, como si hubiéramos crecido juntos. Esa es otra de las claves.
¿Y qué jugadores españoles han sido tus referentes?
Muchos. En mi posición he tenido muy presentes a Dani Sarmiento, Chema Rodríguez o Raúl Entrerríos. También a Joan Cañellas, al que pude conocer mejor porque llegué a compartir habitación con él. Pero la lista es enorme. Ni te cuento la de grandes jugadores que han pasado por la selección desde que empecé a ver balonmano en la tele…
No es fácil llegar adónde has llegado tú. ¿Qué consejo darías a los jóvenes que sueñan con disputar un Mundial?
Lo fundamental es el trabajo diario y poner atención a los pequeños detalles. Cuidarse físicamente, formarse bien, escuchar a los entrenadores y trabajar, trabajar y trabajar. Está claro que en toda carrera hay un pelín de suerte, pero hay que intentar comprar todas las papeletas posibles para que te toque el premio y ahí entran también los sacrificios, no hay que tener miedo a hacerlos. Cuando se presenta la decisión de apostar por el balonmano, hay que intentar darlo todo por ese sueño.
“En la época en la que somos esponjas es importante ir absorbiendo imágenes o momentos y eso, a medida que vas creciendo, ayuda a que el talento aflore”
¿Y qué es el talento para ti?
Se habla mucho del talento innato, pero no creo que exista. Es decir, no creo que esté en nuestro ADN ser talentoso para una actividad concreta, pero sí creo que es muy importante tener contacto con dicha actividad desde pequeño. En mi caso, mi padre jugaba a balonmano y yo iba a verlo a jugar, tocaba los balones, me ponía al borde de la pista… En la época en la que somos esponjas es importante ir absorbiendo imágenes o momentos y eso, a medida que vas creciendo, ayuda a que el talento aflore.