Equipo Iberia Talento a bordo
Junto a los mejores en París
Los deportistas del Equipo Iberia Talento a bordo dieron lo mejor de sí en París. Unos regresaron con una sonrisa de oreja a oreja, otros con una leve mueca de decepción, pero todos con la satisfacción del trabajo bien hecho. Un bronce, el de Marcus Cooper —abanderado de la delegación española— y ni más ni menos que diez diplomas, los cuales acreditan a los ocho mejores de cada competición, fueron una espléndida cosecha.
Tras los Juegos de Tokio, Iberia, dentro de su iniciativa Talento a bordo, volvió a reunir a un grupo de deportistas con el objetivo de apoyarles durante su camino a los Juegos de París. Desde talentos emergentes a consagrados, desde el taekwondo a la escalada, desde Cáceres hasta Barcelona, este heterogéneo grupo se convirtió, con su fuerza de voluntad, en una inspiración. Y llegó el día en el que el pebetero volvió a encenderse para dar paso al mayor evento deportivo del mundo. A continuación, repasamos las actuaciones individuales de los miembros del equipo.
Ray Zapata
El sabado 3 de agosto Ray Zapata arrancó su rutina en la final de suelo con rostro serio, de máxima concentración, y lo terminó con una gran sonrisa. El ejercicio parecía prometedor, pero los jueces, tras una larga deliberación, puntuaron al gimnasta español con un 14,333, lejos de los 14,600 con los que había accedido a la final —tercera mejor nota—. Al final de la sesión, que terminó con la victoria del filipino Carlos Yulo (15,000), Ray reconoció que había cometido errores y se mostró satisfecho con el séptimo puesto conseguido finalmente.
Rodrigo Conde
El remero gallego, junto a su compañero Aleix García, se plantó en la final de doble scull 2.000 metros con el cuarto mejor tiempo. El objetivo para la pareja española, subcampeona del mundo en 2022, era dar un poquito más y subirse al podio, pero tuvieron que conformarse con el quinto puesto (06:20.59). Su puesta en escena fue espectacular —pasaron los 400 metros en cabeza—, pero, a medida que avanzaba la prueba, el cansancio fue haciendo mella y su agonístico esfuerzo no les sirvió para colgarse una medalla, pero sí para obtener un diploma que les supo a gloria.
Hugo González de Oliveira
El nadador mallorquín, que en los Mundiales de Doha celebrados el pasado mes de febrero se colgó la medalla de oro en los 200 metros espalda y la de plata en los 100 metros espalda, soñaba con subir al podio en París, pero tocará esperar a los Juegos de Los Ángeles. Tanto en la final del 100 como en la del 200, el espaldista terminó en sexta posición, rozando las medallas: a 34 centésimas del bronce en el 100 y a 62 centésimas en el 200. Dado el altísimo nivel de la natación en los Juegos, son dos diplomas que merecen el mayor de los reconocimientos.
Diego García Carrera
Tras varios días sin conseguir una medalla, los 20 kilómetros marcha levantaron la moral de la delegación española gracias al bronce conseguido por Álvaro Martín. Una prueba en la que Diego García Carrera tuvo que conformarse con el puesto 33º. El marchista madrileño no tuvo su mejor día y, a mitad de carrera, vio cómo se esfumaban sus posibildades de, al menos, igualar el diploma obtenido en Tokio, donde finalizó sexto. Con un tiempo de 1:23:10 estuvo muy lejos de su mejor marca, el 1:17:32 que estableció hace solo un año en el Mundial de Budapest.
Niko Shera
El esfuerzo de Niko Shera, que durante el camino de preparación a los Juegos tuvo que superar una gravísima lesión de rodilla —con cambio de categoría incluido, de -90kg a -100 kg—, no se vio recompensado en París. El judoka español de origen georgiano se quedó a las puertas del bronce tras caer frente al uzbeko Muzaffarbek Turoboyev, un gigante de dos metros. El doble campeón del mundo (2018 y 2021) no pudo ocultar su decepción, que se suma a la ya sufrida en Tokio. Los nervios y la presión, según confesó al finalizar la competición, le volvieron a jugar una mala pasada.
Irene Sánchez-Escribano
La atleta toledana cumplió su gran objetivo: acceder a la final de los 3.000 obstáculos. Y lo hizo batiendo su mejor marca personal: 9:17.39. Pero no se conformó con eso… En la final, la más rápida de la historia —8:52.76 para la bareiní Winfred Yavi—, volvió a pulverizar su mejor marca, parando el crono en 9:10.43 y quedándose a las puertas de batir el récord de España (9:09.39) que ostenta Marta Domínguez desde el 25 de julio de 2009. Un 11º puesto que le sirve para sacarse la espinita de Tokio, donde no pudo participar por una lesión, y que solo podemos calificar como: ¡mejor imposible!
Antía Jácome
En Tokio, Antía Jácome finalizó en quinta posición en la final de C1 200. En París, subió un peldaño más y finalizó cuarta, quedándose a solo 42 centésimas del podio pero cosechando un nuevo diploma olímpico. ¿Llegará la medalla en Los Ángeles? Seguro que sí. Si situarse entre las ocho mejores del mundo en una disciplina es difícil, hacerlo en dos es casi misión imposible, pero no para la gallega, que el día anterior terminó sexta en la final de C2 500 junto a María Corbera en una final en la que el viento condicionó el desempeño de la pareja española.
Adriana Cerezo
Cargada de ilusión y de confianza se presentó Adriana Cerezo, subcampeona olímpica en Tokio, en París. Tras un ciclo repleto de buenos resultados internacionales, la taekwondista llegaba como segunda cabeza de serie, pero no pudo pasar de cuartos de final. Su verdugo fue la iraní Mobina Nematzadeh, que consiguió frenar al huracán español pero luego fue incapaz de pasar a la final, impidiendo a Adriana acceder a la repesca que le hubiera permitido pelear por el bronce. Triste y decepcionada, así se marchó de París una Adriana que ya piensa en resarcirse en Los Ángeles.
Alberto Ginés
La discreta actuación del escalador español en la disciplina de bloque le penalizó enormemente durante toda la competición en París. En la calificación sumó 100.7 puntos (28.7 en bloque y 72.0 en dificultad) para acceder a la final con la cuarta mejor puntuación. En la final confiaba en mejorar sus prestaciones en el bloque para poder pelear por las medallas en su especialidad, la dificultad, pero solo sumó 24.1. Pese a lograr un fantástico 92.1 en dificultad para un total de 116.2 puntos, Alberto tuvo que conformarse con un meritorio séptimo puesto.
Marcus Cooper
Oro en Río, plata en Tokio y ¡bronce en París! El piragüista balear, que durante la ceremonia de inauguración ejerció de abanderado junto a Támara Echegoyen, completó así su colección de medallas. Junto a sus compañeros del K4 500, Carlos Arévalo, Rodrigo Germade y Saúl Craviotto, cruzó la meta solo por detrás de las embarcaciones alemana y australiana. Al día siguiente Marcus afrontó otra final, la de K2 500 junto a Adrián del Río. La pareja, tras una gran remontada en los últimos metros, se quedó a las puertas de las medallas, terminando en cuarto lugar.
Sarai Gascón
La nadadora paralímpica amplió su colección de medallas en París con un bronce en 4x100 estilos. Solo Australia y Países Bajos superaron a España —Nuria Marqués, Íñigo Llopis y Óscar Salguero acompañaron a Sarai en el podio— en una final de infarto. Con sus seis platas y, ahora, tres bronces en cinco Juegos —Pekín, Londres, Río, Tokio y París—, la catalana agranda su leyenda. Aunque Sarai anhelaba un oro, la única medalla que le falta a su palmarés, su actuación fue espléndida, ya que en esta en esta edición logró otros cuatro diplomas.