Queralt Castellet
Una ‘rara avis’ en la nieve
Mujer, deporte de invierno y éxito. Pocas, muy pocas, pueden sentirse representadas por estas tres palabras en un país como España y una de ellas es Queralt Castellet. Una ‘rara avis’ que surge gracias a la pasión de sus padres por la nieve y la naturaleza, y que ha superado su último reto: los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en Pekín entre el 4 y el 20 de febrero de 2022.
Queralt Castellet (Sabadell, 1989) ha dedicado más de media vida a su pasión y, pese a las múltiples barreras deportivas y económicas que ha debido sortear, ha conseguido convertirse en una referencia a nivel global. A lomos de su tabla de snow ha conseguido medallas en un par de Campeonatos del Mundo, en más de una decena de citas de la Copa del Mundo e, incluso, alzarse con el oro en los X Games disputados en Aspen (Estados Unidos) el pasado 2020. Así, como una de las deportistas españolas en activo más laureadas, llegó a sus quintos Juegos, en los que subió al podio.
¿Cómo se aficiona una niña de Sabadell al halfpipe y cómo fueron esos inicios?
Gracias a mis padres, a su amor por la montaña y la naturaleza. Fueron de los primeros en probar el snowboard ya en los 90, y así fue como mi hermano y yo tuvimos la suerte de estar en contacto con este deporte desde pequeños. Mis inicios, por tanto, fueron en Cataluña y en Andorra, durante las escapadas familiares de fin de semana.
Desde tu experiencia, ¿es difícil dedicarse a un deporte de invierno en un país como España?
Sí, lo es, y más en mi caso, ya que compito principalmente en una disciplina para la que se requiere una instalación específica. Se construyen muy pocos halfpipes en el mundo y, lamentablemente, en España no hay ninguno, lo que me obliga a establecer mi base en Suiza o en Estados Unidos. La construcción de estos halfpipes hace que, además, sea un deporte muy caro y que el esfuerzo para competir en la élite sea titánico.
“Tengo pendiente la medalla olímpica, pero el diploma también es un gran resultado”
¿Cómo ha cambiado este deporte desde que tú empezaste a competir?
Aunque seguimos siendo pocos, cada vez hay más gente aficionada a los deportes de invierno y al snowboard en concreto. El deporte ha evolucionado mucho a nivel de trucos y lo veo cada temporada. Me paso meses intentando planchar un nuevo truco y al poco de conseguirlo empiezo a ver a más gente sacándolo. Esto te obliga a estar en constante evolución para poder innovar.
¿Y también hay más mujeres?
Sí, hay más mujeres ahora pero, como comentaba antes, la escasez de halfpipes donde poder entrenar y competir —de medidas de competición solo hay cuatro o cinco en el mundo durante un tiempo limitado al año— y el elevado coste de este deporte hace que sigamos siendo pocas las que nos dedicamos a él de manera habitual.
Cambiando de tema, ¿qué reto le falta por conquistar a Queralt Castellet?
Trabajo a diario por mi pasión desde hace más de media vida. Por suerte, ese trabajo está dando sus frutos y puedo subirme al podio con frecuencia, incluso más allá de los increíbles resultados en los Campeonatos del Mundo y del sueño hecho realidad que fue el oro en los X Games. Tengo pendiente la medalla olímpica, pero el diploma, que ya conseguí en Pieonchang 2018, también es un gran resultado.
¿Con qué momento de tu ya dilatada trayectoria te quedas?
Los eventos traen momentos inolvidables y emotivos, más aún si el resultado es muy bueno. Hay muchos y todos son especiales, no podría destacar solamente uno... Aunque con el oro en los X Games realmente sentí cómo un sueño se hacía realidad.
“El 'halfpipe' es un deporte muy caro, de ahí que el esfuerzo para competir en la élite sea titánico”
¿Cómo suele ser un día en tu vida? ¿Cuántas horas sueles entrenar?
Un día habitual empieza sobre las 6:00. Me levanto, desayuno, practico yoga y hago estiramientos antes de subir a la montaña. Después entreno, más o menos, de 9:00 a 12:00, como algo y sigo entrenando hasta las 14:00 o las 15:00. Todo esto depende de la estación del año y de las condiciones de cada lugar. Al terminar, o de camino a casa, vuelvo a comer y al llegar hago 15 minutos de bici antes de descansar un poco. La tarde la dedico a fisioterapia —es muy importante recuperarse de todos los impactos al 100%—, a preparar la tabla si no tengo al técnico allí, a analizar los vídeos de ese día y a preparar el siguiente. Si tengo tiempo, también hago entrevistas, temas de patrocinadores, gestión de viajes, etc. Por último, ceno y a dormir.
Y después de tantas horas de trabajo, ¿cómo te relajas? ¿Qué haces en tu tiempo libre?
Me gusta mucho la música y el arte —de hecho, me encanta pintar—, pero también ir de shopping. Esas cosas me relajan. Además, si tengo la oportunidad, quedo con amigos y me junto con la familia.
“Seguimos siendo pocos, pero cada vez hay más gente aficionada a los deportes de invierno”
¿Qué es para ti el talento y cómo se le saca el máximo partido en el halfpipe?
El talento es una habilidad que he ido modelando a lo largo de mi vida para poder realizar algo que me gusta. Y lo he hecho con pasión, no solo por la disciplina del halfpipe, sino por el snowboard y todo lo que implica. Comenzando por un respeto y un aprendizaje constante de la montaña y la naturaleza, y por un esfuerzo y un sacrificio continuo por superar retos y progresar.
¿Cuáles son tus planes para el futuro en lo personal? ¿Tienes proyectos más allá del deporte?
De momento, estoy 100% centrada en el deporte. Con seis días de entrenamiento a la semana, los viajes y todo lo demás no me queda tiempo para más. De hecho, aunque no te lo creas, parece que cada año que cumplo aumenta mi energía, así que no he hecho planes fuera de mi entorno actual. Mi presente y mi futuro es el snowboard.