Guitarristas españoles
Flamenco que rompe fronteras

Con el inolvidable Paco de Lucía como referente, nuevas generaciones de guitarristas españoles siguen emocionando a audiencias cada vez más diversas. Además de acompañar a bailaores y tocaores, estos músicos destacan como concertistas. Enraizados en la tradición flamenca, han sabido empujar los límites del género hacia nuevos y sorprendentes territorios musicales.
Desde que la guitarra flamenca adquiriera protagonismo como solista, numerosos tocaores han ido destacando a lo largo de los años por su talento como concertistas. Fue en los años 60 y 70 cuando el arte flamenco vivió su gran revolución: la guitarra no solo acompañó a bailaores y cantaores, sino que conquistó su propio espacio como solista. Paco de Lucía fue, sin duda, una de las figuras más destacadas de ese periodo, junto con Manolo Sanlúcar, Serranito, Paco Cepero y Pepe Habichuela —estos tres últimos permanecen activos con más de 80 años—. Desde entonces, se ha producido una sucesión de maestros y discípulos, una cadena de inspiración y aprendizaje que ha dado frutos diversos y muy personales al tiempo que la música flamenca se ha vuelto más permeable a otros géneros, desde el jazz o la música clásica hasta el rock o los ritmos latinos. Estos son algunos de los artistas más destacados del panorama actual.
Tomatito
El guitarrista de Camarón
Nació en 1958 en el barrio de Pescadería, en Almería. Hijo, nieto y sobrino de guitarristas, Tomatito tenía solo 20 años cuando grabó, junto al legendario Camarón de la Isla, un álbum que marcó un antes y un después en la música flamenca: La leyenda del tiempo. El disco, que integraba sonidos eléctricos —algo impensable hasta el momento— reunió a figuras como Kiko Veneno o los hermanos Ricardo y Rafael Amador, fundadores de la famosa banda Pata Negra. Aunque entonces no tuvo éxito, hoy está considerado como el mejor disco de la historia del rock flamenco. Tomatito permaneció con Camarón hasta la muerte del cantaor. Después, se afianzó como solista. Su carrera no ha parado: con 68 años es uno de los artistas flamencos más conocidos dentro y fuera de España. Autor de una docena de discos, entre sus reconocimientos cuenta con dos Latin GRAMMY™ (el último por el álbum Spain Forever, junto al brillante pianista caribeño Michel Camino), un Max de las Artes Escénicas y una Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
Vicente Amigo
Orgullo cordobés
Aunque nació en Sevilla en 1967, se crio en Córdoba, donde desarrolló su carrera musical compaginándola con giras internacionales. Es uno de los artistas flamencos más reconocidos y galardonados: acumula, entre otros, varios Premios de la Música al mejor artista flamenco y mejor compositor flamenco, como los que recibió en 1997 por su álbum Poeta, un homenaje a Rafael Alberti. También ha conseguido dos Latin GRAMMY™: uno en 2001 por Ciudad de las ideas (Premio Ondas 2002 al mejor trabajo flamenco) y otro en 2017 por Memoria de los sentidos. En 2025, la Academia de la Música le otorgó el premio al mejor tema flamenco por su Pasodoble a José Tomás. Su extenso currículum incluye también colaboraciones con artistas como Enrique Morente, Carmen Linares, Alejandro Sanz e, incluso, Sting.
Gerardo Núñez
Concertista internacional
Este jerezano, nacido 1961, sorprende y emociona con su destreza técnica y su habilidad para aunar la tradición flamenca con el jazz y la música clásica. Ha colaborado con afamados bailaores y cantaores, como Tío Borrico, Mario Maya, Carmen Linares y, por supuesto, su pareja artística Carmen Cortés. Goza de una gran proyección internacional como concertista, de hecho, es el único guitarrista flamenco que ha recibido la medalla del Conservatorio Tchaikovsky de Moscú. Uno de los momentos más emotivos de su carrera fue cuando tocó sus propias composiciones con la Orquesta Sinfónica de Chicago en el Millennium Park.
Rafael Riqueni
Talento precoz
Nació en 1962 en el barrio de Triana, Sevilla, cuna del flamenco. Con solo 12 años ya atrapaba a la audiencia con sus virtuosas interpretaciones. A los 14, ganó sus dos primeros premios como solista. Es autor de composiciones que se han convertido en clásicos del repertorio flamenco, como Juego de niños, Mi tiempo, Suite Sevilla o Alcázar de cristal. Años después, su carrera se vio interrumpida por problemas de salud y adicciones, sin embargo, consiguió recuperarse, como queda reflejado en el documental Riqueni, dirigido por su amigo Paco Bech. En 2020 recibió el premio Giraldillo de la Ciudad de Sevilla por su trayectoria artística.
Juan Manuel Cañizares
Flamenco y música clásica
Este prestigioso docente, investigador, compositor e intérprete nacido en 1966 en Sabadell (Barcelona) tiene en su haber varios discos propios —como Suite Iberia - Albéniz por Cañizares— y un centenar de colaboraciones con otros músicos. Además, ha recibido numerosos galardones, entre los que destaca el Premio Nacional de Interpretación, del Ministerio de Cultura y Deporte, por “la capacidad interpretativa de aunar en la guitarra distintas tradiciones estilísticas rompiendo barreras entre la música clásica y el flamenco, así como por la difusión a nivel internacional de la guitarra española”. Ha trabajado con artistas de renombre como Paco de Lucía, Enrique Morente, Camarón de la Isla, Joan Manuel Serrat, Alejandro Sanz o Peter Gabriel. Uno de los momentos más memorables de su carrera fue cuando interpretó el Concierto de Aranjuez con la Orquesta Filarmónica de Berlín, bajo la dirección de Sir Simon Rattle.

El joven guitarrista Yerai Cortés en el ciclo Flamenco Real del Teatro Real en 2019, junto a la bailaora Gema Moneo. ©Juanlu Vela – Teatro Real
Diego del Morao
Herencia jerezana
Es hijo de Moraíto Chico (1956-2011), uno de los guitarristas más influyentes de su generación. Nacido en 1978 en Jerez de la Frontera, fue uno de los 20 artistas que participó en el disco tributo a Paco de Lucía, Entre 20 Aguas, Latin GRAMMY™ al mejor álbum flamenco 2015, producido por Javier Limón. Ha acompañado a grandes intérpretes como José Mercé, Enrique Morente, Diego el Cigala o Niña Pastori. Diego del Morao es parte de la talentosa y premiada generación de guitarristas flamencos nacidos en los 70 y principios de los 80, muy influidos por las músicas del mundo, como Niño Josele, Antonio Rey o Daniel Casares.
Yerai Cortés
Con la nueva ola flamenca
Nacido en Alicante en 1995, forma parte de la nueva generación de guitarristas flamencos, capaces de conservar las raíces del género y, a la vez, emprender sorprendentes e innovadores caminos. Muchos le conocen por el documental ganador de dos premios Goya en 2025 (mejor canción original y mejor película documental): La guitarra flamenca de Yerai Cortés. Fue la ópera prima de Antón Álvarez, más conocido como C. Tangana, a quien el joven guitarrista acompañó en su gira Sin cantar ni afinar.
Antonia Jiménez
En clave femenina
Las guitarristas aún lo tienen muy difícil a la hora de ocupar espacios destacados en el panorama flamenco, aunque su técnica y su arte estén a la altura de los mejores concertistas. Un buen ejemplo de ello es la tocaora Antonia Jiménez, a quien le fue más sencillo triunfar en Japón que en su propio país. Nacida en Cádiz en 1972, ya lleva más de 25 años de carrera —gran parte de ella en escenarios internacionales— y es considerada una de las referentes femeninas de la guitarra flamenca. Ha acompañado a grandes figuras, como Carmen Linares, Rocío Molina o Manuel Liñán. También ha tocado junto a otra exponente de la guitarra flamenca: Marta Robles (Sevilla, 1976), quien con una sólida formación académica participa en el cuarteto de mujeres Las Migas, que ya cuenta con un Latin GRAMMY™.
La guitarra, el instrumento más tocado en España, atrae tanto talento que es imposible citar a todos los intérpretes que han ganado reconocimiento a lo largo de los años en el mundo flamenco. Además, el panorama actual está sembrado de jóvenes promesas, como Mercedes Luján (Lorca, Murcia, 1987), Juan Habichuela Nieto (Granada, 1989), Alejandro Hurtado (Alicante,1994), José del Tomate (el hijo de Tomatito, nacido en Almería en 1997), Laura Espert (Jerez de la Frontera, 1997) y David de Arahal (Sevilla, 2000).