MALNE

La metamorfosis de Paloma y Juanjo

14 Septiembre 2022 Por Almudena Sacristán
La marca de moda MALNE está liderada por Paloma Álvarez y Juanjo Mánez
La marca de moda MALNE está liderada por Paloma Álvarez y Juanjo Mánez. © Juan Martín

MALNE son Paloma Álvarez y Juanjo Mánez, dos artistas totales de la moda española que no saben coser un botón —dicho por ellos—, pero que entienden de alta costura como pocos. En la 76ª edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid (MBFWM) presentarán su nueva colección Primavera/Verano 2023 y nos han hecho un ‘spoiler’ a medida: “Tendrá que ver con la metamorfosis, con la idea de nacer de nuevo”.

Firmes creyentes de que la moda siempre vibra en una frecuencia que mira al futuro, para conocer bien a MALNE también hay que mirar al pasado. Lo justo para saber que Paloma destrozaba la ropa de bebé de sus hermanos para asegurar un buen fondo de armario a su Nancy o que Juanjo solo podía dibujar figurines por la noche ante la prohibición de sus padres. Hoy nos abren las puertas de su imponente atelier dispuestos a debatir —y consensuar— cada respuesta. De hecho, cuando les preguntamos por el color, el tejido o la prenda más malniana son incapaces de acotar, pero pasado un rato convienen que su creación más icónica es el paradójico “vestido esmoquin”. Mensaje captado: no se pueden poner diques a la creatividad.

En 2016, después de años dedicándoos al mundo de la moda, decidisteis crear vuestra propia firma. ¿Cuál fue el empujón?
Nosotros, desde el año 2002, colaborábamos en un proyecto en común (Fashion Stories), donde trabajábamos para otros diseñadores y revistas. Hasta que en 2008, en plena crisis, nos dimos cuenta de que hacíamos un producto con un acabado de alta costura y que los que nos contrataban no sabían trasladarlo comercialmente. Aparte, nos empezamos a encontrar con mujeres habituales de Saint Laurent, por ejemplo, que cada vez tenían más miedo a llegar a una fiesta y encontrarse con su diseño repetido. El lujo se estaba globalizando y ellas seguían queriendo exclusividad. En un primer momento empezamos a cubrir ese espacio sin la marca, pero pronto levantamos un proyecto que, sin ponerle etiquetas, era slow fashion y apostaba por la producción de cercanía, la artesanía y las colecciones de edición limitada, también piezas únicas.

Esa filosofía, ¿ha ido mutando o se mantiene intacta?
No se ha transformado porque está basada en un plan de negocio. Uno no es una cosa porque de repente diga que lo es. Nos hacen gracia esas marcas que afirman que son slow fashion... Si encargas a China o abasteces a un montón de franquicias por toda España, es imposible que seas slow fashion. MALNE es un plan de negocio creado por dos artistas, convirtiendo en números una idea y una manera de trabajar.

“Tuvimos una revelación: el género había muerto. Vimos a jóvenes vestidos de tal manera que esa barrera quedaba difuminada”

¿Y la moda? ¿Percibís que ha cambiado mucho en los últimos tiempos?
El mismo año en que despegamos como marca fuimos a la Feria de París y un día, parados en la calle frente a una estatua de Juana de Arco, tuvimos una revelación: el género había muerto. Vimos a jóvenes vestidos de tal manera que las barreras de género quedaban difuminadas por completo. Este cambio actualmente es palpable y va a ir a más. La moda es vanguardia y muchas veces representa una vanguardia social.

¿La mayor lección que os ha dado la moda hasta la fecha?
Autorreconocimiento. La oportunidad de saber quiénes somos y de que podemos alcanzar lo que soñamos.

¿Y algún talento emergente o consolidado que os haya sorprendido?
La moda, aunque es fantasía, tiene que ser verdad y ha de tener corazón. Cuando conocimos a Alejandro Gómez (Palomo Spain), conectamos rápidamente porque él son sus creaciones. Él viste así y transmite un mensaje que no entiende de límites. Ha inventado un concepto.

MALNE responde a una fusión impecable de vuestros apellidos. ¿Os compenetráis vosotros igual de bien?
Como si fuéramos uno. Somos amigos desde hace mucho tiempo e incluso antes de conocernos compartíamos una visión estética y una cultura de la moda muy similares. En alguna ocasión, cuando no estamos de acuerdo —el 5% de las veces a lo sumo— recurrimos a esta frase: “Si al final lo vamos a ver igual”. La intuición también nos une muchísimo. Hemos adivinado tendencias que luego han surgido.

¿Cuál consideráis que es el mayor talento de cada uno de vosotros?
El de Paloma es la lucidez, y el de Juanjo, sin duda, la espontaneidad.

¿Tenéis divididas las tareas o los dos hacéis de todo?
Son horas y horas de pilotaje juntos y, desde la inspiración hasta la concepción del desfile conjunto por conjunto, todo parte de un diálogo constante. La excepción está en que Juanjo se encarga de traducir los diseños en dibujos —es algo que le sale solo— y yo entiendo más la relación con las redes sociales. Entre los dos cubrimos todo lo que se necesita para liderar un negocio de alta costura en el siglo XXI.

“Las prendas tienen muchas vidas y tienen que estar perfectas durante todo su viaje"

Explicadnos el proceso creativo que conlleva diseñar una colección.
Lo primero es la documentación, la elección de los tejidos y de los proveedores, decidir qué tipo de estructuras vamos a crear, la definición de los personajes y, una vez construida la idea, empezamos modelo por modelo a seleccionar los colores. Cuando el dibujo sale, hablamos con Manuel, nuestro jefe de taller, y ahí dentro Manuel se convierte en dios. Nosotros le decimos lo que tiene que hacer el equipo y él se lo traslada. Lo ejecutan, hilvanan la pieza y, cuando nos llega de vuelta, la volvemos a analizar. Muchas veces la remodelamos directamente encima del maniquí. Las prendas tienen muchas vidas y tienen que estar perfectas durante todo su viaje: en la mesa de patronaje, en la modelo y en el armario de la mujer.

¿Qué no faltará nunca en un diseño vuestro?
Glamour, diversión y comodidad, pero comodidad interior. También costura y precisión —hemos elegido trabajar con gente que cose bien— con un pensamiento detrás, con un sentido. Tenemos una identidad y ese es nuestro sello.

El maquillaje, la peluquería, la música del desfile… ¿Hay algo que se os escape?

Los dos hemos sido editores de moda en revistas como Vogue o Elle, sabemos diseñar y somos directores creativos. Tenemos un background profesional que nos permite abarcar todo y queremos hacerlo. Somos artistas de la moda.

Desde que MALNE es MALNE no os habéis perdido una MBFWM. ¿Qué significa esta cita para vosotros?
Es la pasarela en la que nos hemos desarrollado profesionalmente y la mejor que hay en España en este momento. Además, si tienes intención de vender fuera, siempre te van a preguntar si haces la pasarela más importante de tu país.