Dame más moda
La fiesta de la creatividad española no cesa
La 70ª edición de la semana de la moda madrileña ha sido una cita apasionante donde se han presentado las propuestas más relevantes del panorama patrio para la primavera/verano 2020. Un total de 42 destacados diseñadores y marcas españolas se han dado cita tanto en las pasarelas del pabellón 14.1 de IFEMA como en distintos emplazamientos distribuidos por todo Madrid para presentar un rico cuadro de tendencias, estilos e ideas que ofrece el calidoscopio de creadores que conforman el programa de este evento.
La Mercedes-Benz Fashion Week Madrid calentó motores con su plataforma más joven, la dedicada a los creadores emergentes, Samsung Ego. En esta edición ha destacado con luz propia Domingo Rodríguez Lázaro, diseñador de la firma Dominnico. Con 24 años a sus espaldas, el alicantino residente en Barcelona puede presumir de haber sido elegido por celebridades como Lady Gaga, Rosalía o Blanca Miró para vestir, y en esta ocasión se ha alzado con el premio Mercedes-Benz Fashion Talent 2019 gracias a la colección titulada Harajuku Kids, que mezcla la corriente más vanguardista nipona, donde convergen diversos estilos de vestir y las diferentes tribus urbanas, con un estilo sweet y candy. Una propuesta desarrollada en una amplia gama de colores pastel, con volúmenes artificiosos e impregnada de texturas como las lentejuelas, laminados o lo etéreo de los tules.
Espíritu de renovación
Esta edición viene marcada por un evidente espíritu de renovación desde el respeto a la tradición, como pudo verse en el emotivo homenaje a la desaparecida primera directora de Cibeles, Cuca Solana, que ha sido uno de los actos centrales de esta semana de la moda. A su vez se anunciaba que la que fuera su mano derecha de prensa, Nuria de Miguel, ocupara ese puesto, sucediendo a la actual directora, Charo Izquierdo. Al igual que Cuca Solana, son muchos los diseñadores históricos que han dado paso a las nuevas generaciones, aunque en algunos casos sigan presente como firmas de moda. Este es el caso de Ángel Schelesser, uno de los nombres con más arraigo de la semana de la moda madrileña, que desde febrero 2018 ve ocupada su dirección creativa por el joven diseñador andaluz Daniel Rabaneda. Este ha sabido reinterpretar a la perfección el carácter urbano y activo, de talante práctico y elegante, que los fundadores de Schlesser supieron construir para la conocida casa. Rabaneda, que concede un papel protagonista a la excelencia de los materiales que emplea en cada colección, en esta ocasión ha apostado por una paleta base de colores naturales salpicada por el naranja rust, el azul granito y el verde pizarra, que se mezclan en linos, algodones y lanas con un efecto lavado que los matiza sin apagarlos. Elegancia sobria, simple y efectiva sin parangón.
El espectáculo de la ‘costura’
Pero si algo es indiscutible de la idiosincrasia de la MBFWM, es la vocación por la costura de sus protagonistas, que ven en la confección más exclusiva y tradicional una herramienta básica para sacar a escena lo mejor y más espectacular que la moda puede ofrecer. Uno de los momentos más esperados de esta semana lo protagonizó el gallego Roberto Diz, que volvió a la pasarela madrileña en la edición pasada tras quince años de ausencia, y tras haberla dejado con la etiqueta de enfant terrible de la moda española. Su regreso a esta cita es uno de los más aplaudidos por la crítica especializada, y lo hace sin haber perdido un ápice de su irreverencia pero con la experiencia de dan los años transcurridos, en los que se ha fraguado un nombre como modisto de la alta sociedad. En su colección primavera/verano 2020 se aleja de algunas de sus constantes estéticas, como los hombros ultra marcados y angulosos, que ahora se relajan en pos de una sastrería mucho menos estructurada y más ligera. En esta colección busca la inspiración en Portugal, realizando un homenaje a las tradiciones y cultura del país vecino. Tras dejar establecido que es un genio de la costura en la anterior colección, ahora Diz busca aproximarse a un público más joven y desenfadado introduciendo una silueta más deportiva y urbana.
El nuevo establishment
El relevo generacional de la MBFWM es patente en el momento que encontramos nombres como los de Teresa Helbig, Moisés Nieto, María Escoté o Juan Vidal con un carácter consolidado y maduro dentro del programa. Diseñadores que en la última década han roto su etiqueta de jóvenes o emergentes para convertirse en la nueva realidad de la moda española. Sin ir más lejos, diez años en la moda ha cumplido Maria Ke Fisherman, la firma creada por María Lemus y Víctor Alonso. En este tiempo de trabajo excelente y silente, han conseguido que sus diseños trasciendan las fronteras en los cuerpos de artistas como Miley Cyrus, Lady Gaga, Katy Perry o Lindsay Lohan. En la colección que presentaron el lunes 8 en el Puente de Toledo, mostraron dieciocho looks que tratan de representar algunos de los arquetipos de mujer que han trabajado en el pasado. Fieles a su estilo, en Maria Ke Fisherman han realizado una colección que trasciende los límites entre es streetwear y el sportwear, incluyendo guiños a multitud de subculturas urbanas, y mezclando materiales tecnológicos y acabados artesanales. En las distopías que siempre imaginan Lemus y Alonso, es usual encontrar referencia al universo del clubbing, la música electrónica, el cine yakuza, la cultura kawaii japonesa, entre otras de sus obsesiones que no se molestan en ocultar.
Espacio masculino
La moda para hombre también tiene su momento de la mano de firmas como Pedro del Hierro, Carlota Barrera, Brain&Beast o Roberto Verino. Uno de los nombres revelación de los últimos tiempos es Duarte, firma fundada en 2016 con Kiko Font al frente de ella como director creativo. En Duarte han hecho de la sastrería clásica su punto de partida para retorcer los códigos que imperan en ella y presentar una propuesta inteligente y contemporánea. En esta ocasión se trabaja con las influencias estéticas de los nativos americanos y su relación con occidente, hasta alumbrar una colección de cortes fluidos en prendas en tonos arena, piedra o grises que se entremezclan con llamativos tonos verdes, naranjas y amarillos.