Cecilio Castrillo

El artesano de las máscaras fetiche de las ‘celebrities’

20 Septiembre 2019 Por Rocío Navarro
Cecilio Castrillo
Cecilio Castrillo posa con una de sus impactantes creaciones. © Mario G Sánchez

Madonna, Lady Gaga y Marilyn Manson son portadores habituales de las piezas de piel modelada a mano de Cecilio Castrillo. El artista y diseñador expone ahora en Madrid sus famosas máscaras junto a otras de sus creaciones en ‘Wearable Art’, su primera muestra en solitario que podrá verse hasta el 31 de diciembre en las Naves del Matadero (Madrid). La artesanía en cuero en su expresión más transgresora.

Corría el año 2005 cuando Cecilio Castrillo (Burgos, 1979) creó Leather Design, una marca de productos artesanales (máscaras, corsets y complementos) con un concepto oscuro y poderoso, arraigado en la contracultura, el cine de terror y la ciencia ficción. “El trabajo de Tim Burton me parece muy inspirador y me siento muy identificado con él. También la estética punk y gótica han sido grandes referentes para mí, sin olvidarme de mi gran inspiración, el cantante Marilyn Manson”. Entonces se decidió dejar su ciudad natal y lanzarse a capitales como Londres, Barcelona o Ibiza. Sin embargo, hoy, ya en la cuarentena, se encuentra cómodo allá donde esté. “A lo largo de estos años me he dado cuenta de que no necesito estar en una gran ciudad para encontrar la inspiración. Creo que está dentro de mí y viene conmigo allá donde vaya, ya sea a una aldea perdida en la montaña o a Berlín”.

Cuando tu clienta más fiel es Madonna

Hasta en cuatro ocasiones ha utilizado Madonna las máscaras de Castrillo. La primera fue hace siete años, en su actuación durante el intermedio de la Super Bowl. Uno de sus bailarines principales llevaba una suerte de casco dorado con cornamenta, hecho a mano en un estudio de Burgos. Poco después, la estrella dirigía un corto junto al fotógrafo Steven Klein (Secret Project Revolution, 2013) en el que volvía a recurrir a los ‘cuernos’ de Castrillo. Esta vez con un giro más oscuro, mefistofélico, a base de cuero negro.

En una etapa en la que el imaginario de la reina del pop sintonizaba con la narrativa gótica y fantástica del burgalés, hubo varias oportunidades más de colaboración para ambos. Una de ellas en los Grammy en 2015. “Tuve que viajar por sorpresa a Estados Unidos de forma urgente para llevar conmigo dos piezas que Madonna necesitaba para la ceremonia”, nos cuenta Castrillo. Fue una actuación de inspiración taurina, donde la cantante tomaba el rol de matador junto a un equipo de baile que coronaba sus cabezas con astas forradas en cuero. Una puesta en escena que repitió el mismo año en los Brit Awards, donde pareció que uno de sus minotauros la envistiese, derivando la coreografía en una espectacular caída.

La ambición rubia no ha sido la única en sentirse atraída hacia este maestro del cuero. Lady Gaga, ex icono de la moda superlativa, también ha recurrido a Castrillo para vestir tanto en el ‘photocall’ como en el escenario. “Colaborar con Lady Gaga fue un trabajo grande. Fueron muchas piezas que usaron ella y su equipo para una de sus giras. Fue muy intenso”, recuerda aludiendo al tour Born this Way Ball.

Pero no solo al pop viste Castrillo. Nicki Minaj, Brooke Candy, Kylie Jenner y Marilyn Manson son otros de sus clientes. Sin embargo, la intención de Cecilio no fue nunca convertirse en el artesano favorito de las famosas. “Fue algo que vino de repente, en la mitad de mi trayectoria, cuando aún no estaba tan presente elboom’ de las redes sociales. El equipo de Madonna me contactó porque había visto mi trabajo durante una sesión fotográfica y quedaron encantados. Fue a partir de ese momento cuando el resto de ‘celebrities’ se interesaron por mí”, comenta a la vez que reconoce la gran satisfacción que supone ver sus piezas en este tipo de eventos.

De la Ópera de París al Brooklyn Museum

Tampoco entraba en sus planes ver cómo sus diseños (que pueden llevarle entre cinco días y un mes de trabajo) se subían al escenario de la Ópera de París o a la de Zúrich. Mucho menos, que llegasen al Museo de Arte de Brooklyn o se les dedicase una muestra en solitario como ‘Wearable Art’, una instalación en una caravana en el interior de las Naves del Matadero en Madrid, que puede verse hasta el 31 de diciembre.A mi entender, una obra de arte es algo singular que no se puede repetir y algunas de estas piezas son muy sofisticadas y únicas, dada su complejidad de elaboración. Están realizadas totalmente a mano, de principio a fin, por lo que ningún modelo es idéntico a la otro”. Creaciones que conceptualiza desde su taller en Burgos (aunque nos adelanta que piensa trasladarlo dentro de poco) o allá donde se encuentre, pero casi siempre dentro de nuestras fronteras. “Tener mi estudio en España, por el momento, es algo que no quiero cambiar. Me siento cómodo viviendo aquí y realmente soy una persona que me adapto a todos los sitios”, nos aclara.

Castrillo tiene una relación con el cuero de toda la vida, quizá de ahí le viene su pericia al modelarlo. “Hago objetos con él desde niño. Mi madre era costurera de guantes de piel, así que siempre he estado muy cerca de este material. Con tan solo 10 años ya hacía mis primeras máscaras decorativas con cuero. Realmente mi madre fue mi maestra”, confiesa el diseñador. Pero habría que esperar hasta su adolescencia para que descubriese la estética con la que más cómodo se encontraba. Sin embargo, el carácter que gestaba un joven Cecilio chocaba con los gustos burgaleses, lo que le obligó a moverse por otros entornos. “Al principio fue difícil encontrar mi sitio. Llamaba la atención y casi todo el mundo comentaba lo mismo: ‘¿Quién se va a poner eso?”.

Aunque se considera demasiado tímido para llevar sus propios diseños, asegura que disfruta viendo a otras personas utilizarlos. “Busco que se sientan el personaje con el que se identifican, que a través de mis creaciones puedan disfrutar, divertirse y verse bien”. Su favorita es un traje-armadura que cubre el cuerpo de pies a cabeza y que se puede ver en el Centro Internacional de Artes Vivas en las Naves Matadero.