Ilse Salas

Esfuerzo y versatilidad. Sensibilidad. Capacidad de adaptación. Ilse Salas (Ciudad de México, 1981) hace gala de estas y muchas otras cualidades en el papel de Alicia en Plaza Catedral, del director Abner Benaim. Este rol le ha valido su segunda nominación a Mejor Interpretación Femenina en los Premios Platino que se entregan este domingo 1 de mayo en Madrid.

Este está siendo el año, al fin, de la vuelta a la normalidad, ¿cómo lo está viviendo Ilse Salas?
Con bastante cautela. Digamos que soy de ese grupo de personas que todavía no se atreve a hacer muchas cosas y ya he tenido dos veces la COVID-19. Estoy vacunada, pero todavía no me estoy adaptando como quisiera. Aun así, tengo esperanzas de ir aligerando mi actitud ante la pandemia porque es insostenible seguir viviendo con tantas limitaciones.

Más allá de los focos, ¿qué importancia tiene el reencuentro físico sobre la alfombra roja en los festivales y estrenos?
Volver a eventos presenciales como este es, sin duda, muy importante, lo que es la fiesta y la celebración. Es decir, somos "cirqueros", somos actores, gente que se dedica al arte y al entretenimiento. Yo no minimizaría la fiesta de compartir nuestros trabajos. Es, sobre todo, un intercambio cultural. También es una forma de llamar la atención para proyectos que queremos que vea la gente. Hay muchas personas que una vez que ven el nombre involucrado en unos reconocimientos se encaminan a ver la película o la serie de la que estamos hablando.

Es tu segunda nominación, ¿te enorgullece estar nominada a los Premios PLATINO? ¿Son los premios una forma de reconocimiento o algo más?
Es muy estimulante. Me honra que me pongan en ternas compuestas por actrices que yo admiro y respeto mucho. Solamente que ubiquen mi nombre junto al de ellas ya es para mí un halago profundo. Le hace bien a la película y no sé qué tanto bien me hará a mí. Nunca sabes de dónde vienen los trabajos, si a alguien le importan los premios o no: a directores, productoras… Pero, bueno, para mí es una celebración de un esfuerzo enorme.

“Los Platino son un punto de encuentro. El intercambio cultural es fantástico y compartir diferencias es siempre enriquecedor para el trabajo”

¿Crees que el cine y la televisión iberoamericanas tienen el reconocimiento que merecen por parte del público?
No sé cómo funciona en España, ni sé tampoco bien cómo funciona en el resto de Latinoamérica. Puedo hablar de México y creo que no tenemos el reconocimiento que merecemos en el cine. Siento que es un público que suele comprar entradas para ver un solo género, casi siempre comedia. Nos va muy bien con eso, pero hay un montón de películas que se hacen en México, de altísima calidad, que son reconocidas en todo el mundo y que el público mexicano no consume. Como actriz eso siempre ha sido muy frustrante. En la televisión, no, en la televisión hay un público más cautivo: creo que somos mejores consumidores de tele que de cine.

Ilse Salas sueña con trabajar con las mejores directoras iberoamericanas del momento. @ Imagen cedida por Mesala Films

Los Premios Platino sirven de punto de encuentro para la cultura iberoamericana, ¿hasta qué punto es importante esta sinergia de talento?
Los Platino son una celebración de lo que hacemos en nuestra lengua. Efectivamente, son un punto de encuentro. Yo vengo, justo este año, nominada por una película que hicimos con una crew compuesta por personas de, quizás, diez o doce países latinoamericanos. Estoy convencida de que ese encuentro puede generar trabajos en conjunto y que realmente es fantástico el intercambio cultural, y que compartir diferencias es súper enriquecedor para el trabajo.

Y hablando de talento, ¿cómo lo definirías tú? ¿Crees que nace o se hace?
Nunca me había hecho esa pregunta, la verdad. Supongo que hay gente que nace con talento, pero el talento nunca se desarrolla si no es con trabajo y disciplina. Sí, creo que es algo que se trae, pero que no sirve de nada si no se trabaja en ello para hacerlo crecer.

¿Qué inspira a Ilse Salas?
Todo se puede convertir en una inspiración si tenemos los ojos bien abiertos. Así lo veo yo. De repente, una imagen que vi en la calle y me afectó muchísimo la uso recurrentemente en algún trabajo, pero también una canción o un libro. Decía mi maestro de actuación, Ludwik Margules, que "la diferencia entre un actor bueno y un actor genial era su capacidad de absorber el mundo entero". Creo que así es. Hay que estar bien atentos a todos los estímulos y guardarlos en el disco duro, porque los vamos a usar eventualmente.

“Supongo que hay gente que nace con talento, pero el talento nunca se desarrolla si no es con trabajo y disciplina”

¿Qué destacaría de Plaza Catedral y cuál fue el principal reto a la hora de preparar el personaje de Alicia?
Plaza Catedral es una película que se convirtió en algo mucho mayor para quienes estábamos involucrados. Veníamos de distintos países, nos metimos en Panamá y estuvimos dos meses muy juntos (se ríe)… Todo eso enriquece las películas porque hay mucha humanidad y muchas conexiones entre la gente involucrada. Para preparar a Alicia, uno de los retos era apostar por la naturalidad de los actores no profesionales con los que iba a estar actuando. Tenía muchas ganas de rendirme a eso y dejar que pasara lo que tuviese que pasar, sin intelectualizar tanto, como normalmente tiendo a hacer, y floreció gracias a mi compañero, Fernando Xavier de Casta (fallecido), el niño. Era muy fácil entrar en ficción juntos: establecíamos una conexión muy poderosa y una inteligencia escénica especial. Hablando de talento, él lo tenía innato... Pero, tristemente, la realidad nos rebasa y no ha tenido la oportunidad de desarrollarlo. Esta es una más de las razones por las que Plaza Catedral es tan importante para quienes estuvimos en ella, porque nos transformó a todos y se volvió una experiencia que nos dejó marcados para toda la vida.

Y para finalizar, ¿qué película o serie de estos galardones te hubiera gustado protagonizar?
Hay muchas cosas que yo no he visto de estas nominaciones y que me muero de ganas por ver. Tengo muchísima curiosidad por ver la película de Clara Roquet (Libertad), de quien me han hablado maravillas. Siempre estoy buscando trabajar con directoras contemporáneas y soy muy aficionada a buscar sus trabajos con la esperanza de que me inviten algún día a trabajar con ellas. También está nominada a la mejor dirección Tatiana Huezo, que es una de nuestras directoras mexicanas más talentosas y a quien admiro profundamente. Es su primera ficción; yo había visto lo que hacía en documental y me da esperanzas que haga ficción. Por otro lado, tengo muchas ganas de ver la película por la que está nominada Blanca Portillo, Maixabel, de Icíar Bollaín. He oído cosas fantásticas.