Ana Fernández
Nada de enchufe, solo cable
La cuarta temporada de 'Las chicas del cable', la primera serie con la que la filial española del todopoderoso Reed Hastings —padre de Netflix— comenzó a cosechar éxitos propios, arranca en septiembre de 1931, en pleno afianzamiento de la Segunda República. Abolida la monarquía de Alfonso XIII y con la igualdad entre géneros como telón de fondo, las nuevas tramas arrancan con nuestra protagonista, la actriz Ana Fernández, presentándose a alcaldesa de Madrid: lo mismo que Manuela Carmena pero… ¡90 años antes!
Ana Fernández (Madrid, 1989) es de esas personas que hablan rápido porque en su cabeza hierven mil ideas y debates que necesitan aflorar cuanto antes. Adora su trabajo y se siente especialmente orgullosa con su contribución a Las chicas del cable. “La serie no profundiza realmente en la época política en la que transcurren las tramas. Lo que importan son las historias personales de las protagonistas, pero sí es cierto que los aires de libertad de esta República incipiente contagian esta cuarta temporada”. Por si fuera poco, la actriz también ha decidido ahora probar suerte como cantante. No quiero estar contigo es el título de su primer tema. En definitiva: no necesita enchufes en esta vida, solo cable para que su talento corra libre.
¿Cómo te ha cambiado la vida esta serie?
Al principio fue una locura, las promociones eran súper intensas. Lo más reseñable es comprobar cómo, tras el éxito en España, se han seguido conquistando otros países. Las chicas del cable es muy conocida en la mayoría de los países latinoamericanos y en Estados Unidos. Sin comerlo ni beberlo tenemos nuestra fama allí. Pero, sinceramente, tampoco es que nos haya cambiado la vida. Lo que más rabia me da es que en España te ven involucrada en un proyecto de esta magnitud y no te llaman para nada más porque piensan que has firmado en exclusiva. Y no es así.
"Cuanto más natural me muestro más en paz puedo estar"
¿Cómo es tu fama?
Es una fama dulce y llevadera. Pienso que, en plan mediático, soy un personaje bastante blanco. Nunca me he metido en polémicas ásperas, y si alguna vez he formado parte de algún rifirrafe por alguna declaración mía en redes sociales lo he acabado resolviendo yo solita. Soy una persona bastante transparente en cuestiones de trabajo, de amor… en todo lo que hago vaya. Cuanto más natural me muestro más en paz puedo estar. Además, la gente que se acerca a mí pidiendo una foto o algo así es súper educada.
¿Cuándo se impone tu talento como actriz?
La interpretación es algo que siempre ha ido conmigo de la mano. Es parte de mí, de mi desarrollo, y siempre me ha funcionado como válvula de escape. Podría haberme dedicado al deporte, pero me dio por el teatro y la dramatización. En la universidad me llegó el primer trabajo, la serie Cuestión de sexo de Cuatro, y opté por profesionalizarme. Mi familia siempre me ha apoyado.
Blanca Suárez, Maggie Civantos, Nadia de Santiago, Ana Polvorosa… ¿qué tal os lleváis Las chicas del cable en la vida real?
Nos llevamos muy bien. Algunos de nosotros nos conocemos de las series de adolescentes por las que hemos pasado. Hoy andamos todos por la treintena y cada uno tiene su vida. Si te dijese que todas somos íntimas entre nosotras, o íntimas con los chicos de la serie, te mentiría. Nos llevamos muy bien porque somos muy profesionales y muy buenas compañeras a la hora de sacar el trabajo adelante. Son muchas horas de convivencia y te puede garantizar que las llevamos muy bien, todas y todos.
¿Veremos a Carlota como alcaldesa de Madrid?
No puedo decir nada. De momento estoy en campaña. (Risas).