Víctor Ullate

Adiós con ‘Antígona’

4 Septiembre 2019 Por Rosario Fernández
FOTOGRAFÍA DE LA OBRA
'Antígona' de Víctor Ullate está protagonizada por Lucía Lacarra, estrella internacional salida de la cantera del propio Ullate, y Josué Ullate, que interpreta a Hemón, hijo de Creonte. ©Jero Morales - Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida

El coreógrafo y creador Víctor Ullate se despide de su público tras casi cuarenta años de trayectoria. Y lo hace con la tragedia de Sófocles 'Antígona', protagonizada por la gran Lucía Lacarra, que puede disfrutarse en los Teatros del Canal de Madrid hasta el próximo 8 de septiembre.

Tras casi cuatro décadas encima de los escenarios, Víctor Ullate se despide de su público. Y como los grandes, no lo hace de cualquier manera ya que se enfrenta aquí a un personaje con el que, asegura, se siente totalmente identificado. "Antígona es como yo: fuerte y luchadora, un coraje desgarrador", asegura. Bien lo sabía Jesús Cimarro, director del Festival de Teatro Clásico de Mérida, quien tenía claro que antes de retirarse Víctor Ullate tenía que representar esta obra. Después de su exitoso debut en este festival, llega la última parada. La versión libre de la obra grecorromana puede disfrutarse en los Teatros del Canal de Madrid hasta el próximo 8 de septiembre.

La tragedia de Sófocles, representada por primera vez en el año 441 antes de Cristo, se muestra en esta producción como una obra actual e impactante que deja en evidencia la atemporalidad de la naturaleza humana (hablando de sentimientos tan antiguos como la humanidad misma).

Antígona encarna el conflicto entre la conciencia y la obediencia. Es la historia de la hija del Rey Edipo, una joven que decide enterrar a su hermano, muerto en batalla por el control de Tebas. La mujer realiza las honras fúnebres al cadáver, pese a que el nuevo Rey de la ciudad ha ordenado no hacerlo. Es ese rigor intransigente con el que actúa, convencida de que está haciendo lo correcto, lo que convierte a Antígona en una de las figuras teatrales más famosas de la historia.

“Principalmente inspirados por el conflicto de cada figura, confiamos en el poder de la danza que, como ninguna otra forma de arte, permite abrir la entrada a las esferas de las emociones universales”. Así explica Ullate la esencia de esta producción, cuya dirección y coreografía comparte con Eduardo Lao, y que protagonizan los bailarines Lucía Lacarra, estrella internacional salida de la cantera de Ullate, en el papel de Antígona, y Josué Ullate, que interpreta a Hemón, hijo de Creonte en la ficción (e hijo de Víctor Ullate en la realidad). La química entre ambos bailarines hace de esta interpretación una verdadera obra de arte que no dejará a nadie indiferente.

Premio Nacional de Danza en España en 1989, Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes en 1996, Premio Max de las Artes Escénicas en 2007, Medalla de Oro al Mérito del Trabajo en 2016, entre otros muchos galardones, la carrera de Víctor Ullate está llena de premios, reconocimientos que son el resultado del tesón, el esfuerzo y el sacrificio de toda una vida. Aunque se baja de los escenarios, él sabe que nunca dejará de ser artista, lo lleva en sus venas y es consciente de que jamás podrá abandonar el mundo de la danza, pero ahora quiere centrarse en su fundación, que en el año 2020 cumple 20 años, y en su Casa de la Danza. Como él mismo ha asegurado, será un lugar donde los niños y niñas de todo el mundo podrán bailar y también vivir. Es un deseo y un proyecto que tiene desde hace muchos años y necesita hacerlo. Le falta el espacio, porque realmente este sueño se hace dentro de la fundación, y consiste en becar a niños que no tienen recursos o están en un tremendo riesgo de exclusión y que tienen aptitudes para la danza.

Su vida ha sido, es y siempre será la danza. El coreógrafo reconoce que no ha vivido de la danza sino para ella, y que por ella ha sacrificado su vida personal. Tras sobrevivir a varios infartos, su única enfermedad es su pasión por la danza. Triunfé en el extranjero y decidí quedarme en mi país para hacer escuela, para crear cantera y aquí me tenéis todavía”. Y todo ello a pesar de los problemas económicos que le supone el mantener su compañía. A Ullate no se le caen los anillos al reconocer que, precisamente, el querer que la compañía siguiera adelante le ha costado sangre, sudor y lágrimas, además de deudas. El artista reclama más ayudas por parte de las administraciones para la danza, a la vez que asegura que se siente "como Antígona, luchando contra todo”. Porque, aunque Ullate se baje del escenario, su lucha continúa.