Un abuelo jienense y con marcada vena artística, al que no llegó a conocer, despertó de alguna forma el talento de Aitana para la música. Un talento que primero emocionó a sus seres queridos en las tradicionales reuniones familiares y después lo hizo con todo un país en ‘Operación Triunfo’. Hoy, la artista vuela —y hace volar a sus fans— muy alto con sus canciones.
“Siempre me he sentido muy conectada con la música”. Al escuchar a Aitana (San Clemente de Llobregat, 1999) decir esto, nadie duda de ello. Pero ¿cómo nace esa conexión? “Mi abuelo por parte de padre cantaba, siempre me decían que era cantaor —recuerda Aitana—. Tenía esa vena artística, pero yo no llegué a conocerle porque murió joven”. El pasado casi siempre explica el presente. Un presente que Aitana comenzó a labrarse desde muy joven, coincidiendo con su participación en un programa de televisión de máxima audiencia. “Hasta que, con 18 años, llegó Operación Triunfo, nunca imaginé que pudiera dedicarme a la música. A veces los sueños se cumplen y también tuve un golpe de suerte porque se tienen que dar muchos factores, más lo que luego he trabajado yo”.
La carrera de Aitana vuela cada vez más alto, también a nivel internacional —el pasado año realizó su primera gira por Latinoamérica (11 Razones + Tour)—, y nos cuenta cómo ha sido cruzar el charco y conectar con fans de México, Argentina, Uruguay o Chile. “Mi relación con sus fans es algo muy bonito, se saben todas las canciones y lo dan todo, no hay un momento de bajón durante los conciertos”, celebra Aitana. Durante esas giras, confiesa, el equipo que la acompaña se convierte en su familia y se muestra sinceramente agradecida: “Yo no estaría donde estoy ahora sin ellos porque en este trabajo no vas a ninguna parte solo”.
“Mi relación con mis fans es algo muy bonito, se saben todas las canciones y lo dan todo, no hay un momento de bajón durante los conciertos”
De la inspiración a la composición
¿Cómo nacen las canciones de Aitana? ¿Qué situaciones inspiran esas letras capaces de emocionar a sus fans, ya sea poniéndoles a bailar o sacándoles alguna lágrima? “Hay días en los que te sientes con esa inspiración, que te viene por cosas que pasan en tu vida, por cosas que te cuentan o porque te has leído un libro y te ha hecho llorar muchísimo”. En esos momentos de inspiración, Aitana recurre enseguida a algo que todos llevamos en la mano: “Estoy en casa y me siento a gusto grabando con el móvil las melodías que se me van ocurriendo”.
“Tener talento es saber explotar y exteriorizar lo que te hace feliz, exprimirlo y darle esa creatividad. Todo el mundo tiene algo especial”
La composición es algo que Aitana ha ido desarrollando a lo largo de su carrera. “Antes de entrar en Operación Triunfo no había escrito ninguna canción —confiesa—, hacía más covers [versiones] y no se me había pasado por la cabeza escribir mis propios temas, algo tan normal como eso. Cuando salí de Operación Triunfo, viajé a Los Ángeles y ahí empecé a explotar toda esa creatividad que tenía dentro y que no había sabido cómo sacar”. Ahora, reconoce, esa parte del proceso le gusta especialmente y comparte con nosotros la que ella considera la clave de ese proceso: “Creo que, a la hora de componer, tienes que ser fiel a lo que tú sientes y a lo que sabes, a la música que escuchas y a las referencias que tú tienes”.
A lo largo de los últimos años, Aitana ha colaborado con artistas como Sebastián Yatra, Natalia Lacunza, Alvaro Díaz, Amaia, Morat o David Bisbal, entre otros, algo que, admite, la ha enriquecido como artista. “Cuando colaboras con otros artistas surge una conexión que te hace compartir el talento. Siento como un intercambio de energías y es realmente bonito”. Un talento que Aitana asocia con la felicidad: “Para mí tener talento es saber explotar y exteriorizar lo que te hace feliz, exprimirlo al máximo y darle esa creatividad. Creo que todo el mundo tiene algo especial que puede sacar afuera”.
